En este camino me ha sorprendido, sobre
todo, el lento avance del autoconsumo solar, pues la tecnología involucrada avanza
a un ritmo imparable y los precios de acceso a ello, como veremos, se reducen
día a día.
El autoconsumo solar más eficiente y
ventajoso es aquel que complementa la generación en casa de electricidad
fotovoltaica y calor, con fuentes tradicionales y que por ello necesita que la
vivienda no se aísle de las redes de suministro. En su versión más simple, pero
también más eficiente y rentable, debe contar con dos instalaciones
independientes:
1.-Generación de electricidad.- Paneles
fotovoltaicos, inversor y contador bidireccional de enganche a red. El usuario
genera electricidad y la consume, vendiendo los excedentes a la compañía eléctrica
y comprando como cualquier otro cliente cuando lo necesita. Bien gestionado en
la panacea de la eficiencia, pues no hay pérdidas, una de las sombras negras
del sistema eléctrico medioambiental y económicamente hablando.
2.-Generación de calor.- Modulos solares de
efecto invernadero para generación de agua caliente sanitaria e incluso
calefacción con apoyo de una caldera de gas, gasóleo, etc.
En mi opinión, la generación solar no
necesita subvenciones, sino simplemente apoyo que se traduzca en facilidades
para la puesta en marcha de las instalaciones o, al menos, que no se entorpezca
y dificulte desde la Administración. Por otra parte es razonable que quien
consume electricidad de la red eléctrica, pague no sólo los kWh sino también la
infraestructura, pero los costes imputados al “ciudadano solar” por este
concepto nunca debieran ser tan desorbitados como para echar al traste con su
proyecto de autoconsumo: esa es la principal ayuda que deberíamos esperar de
los gobiernos … algo tan simple, elemental y de tanto sentido común.
Desde hace cuatro décadas los paneles
fotovoltaicos no dejan de bajar de precio, les sucede algo parecido que a los
chips informáticos, y no es probable que tal abaratamiento cese en los próximos
años. Es tan acusado es descenso mundial de precios que se aplica una ley (la
ley Swanson) que asegura que cada vez que se duplica la producción de paneles,
cae su precio un 20%. Ello explica que el precio en 1977 de un panel de 100 Wp
era de unos 8.000 $ y que en la actualidad uno de igual potencia cueste menos
de 700$ … ¡más de un 90% de descenso en los precios!
Si a esto le sumamos que el precio de la
electricidad no deja de subir debido, sobre todo, al poder de las eléctricas y
a la falta de voluntad de que sea de otra forma, de los sucesivos gobiernos de España,
estaríamos en el momento en el que el sueño podría hacerse realidad y todos los
ciudadanos podrían empezar a beneficiarse del autoconsumo, de la
democratización de la energía, con los beneficios medioambientales y económicos
que ello supondría.
Sin embargo he de volver de señalar que
el “ciudadano solar”, el que promueve su autoconsumo, debe cambiar el chip,
debe estar concienciado medioambientalmente. El que pretende instalar unos paneles para seguir
despilfarrando electricidad, es mejor que no siga este camino, pues no ha
entendido nada. Este camino es el adecuado para una población concienciada
respecto a los problemas energéticos en términos generales.
Sólo es necesario que se dejen de poner
zancadillas … ni subvenciones, ni regalos, sólo velar por los intereses
generales en vez de por la oligarquía eléctrica.
Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.
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