El potencial energético de los mares es inmenso y conocemos, al menos, cinco modos de aprovechamiento que están a un paso de poder ser utilizados a gran escala para proveernos de energías limpias:
-Las olas. El movimiento armónico de la superficie del mar, transporta energía mecánica que puede ser transformada en electricidad.
-Las corrientes. Se basa en el mismo principio que la energía eólica, pero el fluído en movimiento en vez de ser el aire es el agua del mar transportada por las corrientes dominantes.
-Las mareas. Consiste en utilizar la energía potencial del agua que ha sido elevada al subir la marea, mediante la utilización de turbinas y la construcción de diques donde el salto de agua compense.
-La diferencia de temperatura entre el fondo y la superficie. Es como una máquina térmica gigante, con su foco frío en el fondo del mar y foco caliente en la superficie.
-La biomasa en forma de algas. Su potencial es inmenso, pues la producción de masa vegetal en el océano es casi ilimitada. Se puede utilizar, por ejemplo, para la obtención de ciertos tipos de biocombustibles.
Todas estas tecnologías necesitan desarrollarse más –como antes le sucedió a todas las que hoy se aplican ventajosamente en todos los sentidos- y han de resolver, entre otros el problema de los costes y el de la evacuación de la electricidad generada en el caso de las dos primeras, problema para el que existen soluciones, pues, en mi opinión, se vería muy favorecido por la ubicación en las centrales, en el mar, de centros de generación y acumulación de hidrógeno y en algunos casos, cuando las distancias lo permiten, cableado submarino sin más.
Pues bien, se acaba de poner en funcionamiento la primera central europea, conectada a la red eléctrica, que producirá electricidad a partir de las olas, en Mutriku (Guipuzcoa).
Adjunto un resumen elaborado a partir de un artículo aparecido en madri+d.
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El World Energy Council ha estimado el recurso global de la energía asociada a las olas en 2 billones de watios, con un potencial de generación de unos de 2000 billones de watios-hora anuales. Los países con largas líneas costeras y vientos constantes pueden producir cinco por ciento, o más de su electricidad a través de la energía de las olas.
La posibilidad de obtener energía de las olas se ha estudiado desde la época de la Revolución Francesa, cuando las primeras patentes fueron registradas en Francia por Girard basadas en la observación de que “la enorme masa de un barco, que ninguna otra fuerza es capaz de levantar, responde al más leve movimiento de las olas”. Poco progreso se logró para aprovechar la energía de las olas en energía útil hasta el último cuarto del siglo pasado, principalmente por falta de conocimiento científico de lo que era una ola, cómo avanzaba y cómo podría ser transformada.
La tecnología utilizada para la instalación de Mutriku se denomina columna de agua oscilante (OWC) y es actualmente la más madura para el aprovechamiento energético de las olas. Se basa en el movimiento oscilante del agua de las olas que llegan hasta la instalación, la cual contiene una serie de cámaras de aire que recogen el movimiento de las olas y comprimen el aire, siendo este aire comprimido el que empuja la turbina y sale por un orificio en la parte superior de la instalación. El movimiento giratorio de la turbina mueve a su vez el alternador eléctrico al que está conectada y se produce energía eléctrica. Cuando la ola se retira, se produce un efecto de succión del aire a través del mismo orificio superior, con lo que vuelve a accionarse la turbina y a producir energía. Este sucesivo movimiento de presión y succión producido por las olas es el que genera electricidad. La planta energética queda integrada en el espigón del puerto de forma que produce energía eléctrica de forma limpia y con un mínimo impacto en el entorno.
La planta de Mutriku es la primera instalación marina en funcionamiento a nivel precomercial conectada a la red de distribución en Europa. La instalación cuenta con 16 cámaras-turbinas de 18,5 kW de potencia, por lo que la potencia total instalada en la planta será de 296 kW. Se estima una producción anual de 600.000 kWh, lo que supone energía eléctrica suficiente para abastecer las necesidades de 600 personas. Esta energía producida de forma limpia y renovable evitará la emisión de 600 toneladas de CO2 al año, equivalente al efecto depurativo de 80 hectáreas de bosque.
Esta nueva instalación pretende demostrar la viabilidad de este tipo de tecnología abriendo las puertas a nuevos avances que permitan un mayor aprovechamiento del enorme potencial energético que poseen los mares.
Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.
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