Autogeneración energética: detalles sobre la captación solar directa


Está suscitando tal interés la cuestión de la autogeneración de energía para consumo propio, que haré algunas aclaraciones sobre los sistemas solares que se precisan para captación directa con el fin de calentar agua ... aunque de lo que más se hable sea de la autogeneración de electricidad, de la que me ocuparé más adelante.

Ante todo, quiero recordar que el principal beneficio de la autogeneración es su contribución al aumento de la cultura de la sostenibilidad e incluso, al aumento de la cultura científica de quienes poseen estos sistemas. Probad a hablar con alguien que posea simplemente un calentador solar, sobre todo si es un niño, y veréis probablemente a una persona ferviente defensora de estas tecnologías, pues como dice mi amigo Innópolis,

El mero hecho de ser consciente de que el agua con la que te estás duchando, en pleno invierno, ha sido calentada simplemente por el Sol, proporciona un placer inmenso”.

Los otros beneficios, los que habitualmente se esgrimen en su favor, no son tampoco moco de pavo:

-Permiten la descentralización de la producción, casi su democratización, acercándola al centro de consumo, con la consiguiente disminución de las pérdidas y la mejora en la planificación de la red eléctrica.

-Disminuye nuestra dependencia externa, pues evita la importación de fuentes energéticas tradicionales.

-Mejora nuestra relación con el medioambiente, pues estamos hablando de autogeneración con fuentes renovables y limpias. Incluso el aprovechamiento de la biomasa para calefacción, es una técnica respetuosa con el medioambiente si plantamos, al menos, tanta masa verde como consumimos.

Captación directa de calor

Es el sistema más provechoso económicamente hablando, sobre todo si nos referimos a la generación de agua caliente, por la baja inversión que precisa y el gran rendimiento que proporciona. Los problemas que se están dando en su actual desarrollo puedo sintetizarlos en dos bloques:

-El rechazo que está generando entre una parte de los usuarios porque se les está imponiendo por aplicación de la actual normativa en materia de construcción y como nadie les está explicando nada y los constructores e instaladores, suelen poseer un gran desconocimiento de estas materias, el desconcierto y el rechazo no disminuye.

-Las malas instalaciones que se están diseñando. Lo más absurdo es que muchos instaladores –fontaneros reconvertidos de prisa y corriendo- colocan como caldera de apoyo un termo tradicional, lo cual significa, que casi no se aprovecha el agua caliente solar, porque la llama del quemador del termo admite muy poco ajuste y, desde luego, manualmente y no en tiempo real de forma automática. Esto provoca que los efectos en la factura doméstica son mucho menores de lo que deberían ser.

La instalación correcta

En primer lugar la instalación debe ser “querida” por los dueños, es decir, deben poseer una motivación medioambiental o económica para promoverla y no que se les imponga como una carga más. Esto es una obviedad aunque los políticos parecen no haberse enterado aún.

En segundo lugar el proyecto. Debe tener unas expectativas razonables, que optimicen la inversión. Para ello debe ser muy riguroso y realizarse por un experto en energía solar. En términos generales, buscará que el 30% de la energía anual sea de apoyo, es decir, mediante caldera de gas –preferiblemente- o eléctrica y que, por tanto, el Sol nos provea de el 70% de la energía que necesitamos para estos menesteres.

En tercer lugar la caldera. Debe ser “inteligente”, es decir, suministrar en cada momento sólo la energía justa que se precise para llegar a la temperatura deseada, que deberá ser también elegida con criterios de racionalidad, es decir, agua calentada lo justo. Esto debe hacerse cada momento y de forma totalmente automática.

Por último la instalación de los colectores solares y del sistema de conducción. También ha de realizarse profesionalmente, desde la elección de los componentes, acordes con la ubicación y el uso, orientados –los colectores- óptimamente y dotados de sistemas de protección adecuados.

En definitiva, una buena instalación de agua caliente, ubicada en un lugar privilegiado como España y diseñada por un profesional e instalada igualmente con criterios rigurosos, generará a sus dueños no sólo ese placer que comenta Innópolis, sino también beneficios económicos en aumento porque en aumento irán los próximos años los precios de los combustibles fósiles y de la electricidad, esos que se dejarán de consumir gracias a nuestra instalación.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

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