El frágil sector fotovoltaico


Los sectores económicos asociados al desarrollo de las energías renovables pueden convertirse en motor de la economía y de hecho ya mueven cifras de empleo y de capital muy cuantiosas. Sin embargo no todos estos sectores se adaptan igual a las condiciones de cada momento, ni involucran al mismo tipo de inversores.

Entre el todopoderoso sector eólico o termosolar, en el que vemos grupos empresariales potentísimos, muchos de ellos bien situados en mercados internacionales y el sector fotovoltaico, hay un trecho, a pesar de que también grandes grupos empresariales se lanzaron años atrás a la promoción de huertas solares, grupos como Iberdrola, Acciona, Solaria, Fersa, Sacyr, BP, Abengoa, etc.

En efecto, el fotovoltaico es más susceptible de la participación de la pequeña empresa, en el desarrollo de minihuertas solares, de tejados solares y el en el mantenimiento de las instalaciones, sin olvidarnos de la contratación de seguros o tramites de gestión administrativa, pues muchas de las instalaciones cuentan con apenas unos pocos kilowatios de potencia instalada.

El sector fotovoltaico experimentó un rápido crecimiento al abrigo del R.D. 436/2004 que garantizaba para estas instalaciones unas primas muy jugosas durante sus primeros 25 años de vida y un pelín menos para los 15 años siguientes. Esto provocó que se gestara casi una burbuja especulativa y que inversores de todo tipo acudiesen a participar en instalaciones fotovoltaicas, esperando obtener beneficios de hasta el 15 %.

El citado Real Decreto resolvía muy mal la cuestión de las primas, pues hacía depender su revisión anual del IPC eléctrico, esto es, de la evolución del precio de la electricidad, lo cual resultaba un lastre para la subida del recibo, por ejemplo.

Con la llegada del ministro Sebastián el sector se echó a temblar, pues se avecinó –y materializó- un cambio normativo que frenó en seco el rápido crecimiento, lo cual fue agravado con la potente crisis económica de la que no hemos salido.
A continuación recojo un resumen de un artículo aparecido en una publicación estrictamente económica para que se observen las dudas de los inversores y a continuación, aprovechando el artículo –poco riguroso, por otra parte- seguiré comentando la situación:

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Fuente: Cotizalia

La energía solar se ha convertido en una peligrosa quimera para los optimistas inversores que confiaron en las expectativas creadas por el Gobierno de Zapatero y en los avispados promotores que prometieron negocios redondos. El inversor final era atraído por una rentabilidad futura del 15 %. ... Se trata de inversiones con alto grado de apalancamiento donde el flujo de caja llega del año 10 al 15.

En 2006 las acciones de las compañías relacionadas con el sector subían en Bolsa como la espuma ... todo era optimismo para construir unos castillos en el aire que se desmoronan ante las nuevas circunstancias. Ahora llegan los cupos para el crecimiento, los recortes de primas en el precio del megavatio, y los inversores desesperados al no poder hacer frente a sus créditos.

... El boom de las renovables comenzó a regularse de forma más racional, para unos, y más puñetera, para otros ... por un lado, el ministro de Industria Miguel Sebastián consideró que era necesario rebajar la prima a la energía solar a 33 céntimos por kilovatio en el caso de los paneles en tejado y a 29 céntimos para los huertos solares en tierra. Y como en el cuento de la alegre lechera el cántaro se rompió con un adiós a las condiciones pactadas en 2006 cuando ... se subvencionaba la producción fotovoltaica a 45 céntimos por kilovatio.

... La triste realidad nos desvela que con la recesión hasta los italianos pactan con Sarkozy para volver a la energía nuclear. Entretanto, los grandes consumidores españoles llegan a acuerdos con los franceses para importar électricité del país vecino.

Sebastián provoca “cortocircuitos”

... Pero ahí no termina la debacle, se vaticina que a partir de 2010 se reducirán anualmente las primas alrededor de un 5 %. Y entre otras amenazas se barajan el encarecimiento de las materias primas y de los suministros de equipos, debido al cierre de algunos fabricantes ... el asunto afecta a miles de puestos de trabajo.

Distintos grupos ecologistas y sindicales ponen el grito en el cielo y arremeten contra los cambios de la política energética, critican al ministro Sebastián de haber mandado mensajes optimistas para crear expectativas de futuro en un sector que luego cortó en seco.


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Como he dicho el artículo no es demasiado riguroso, pero sí refleja un estado de ánimo de los inversores y en consecuencia, refleja en cierta forma el momento por el que pasa un sector emergente como este.

Aparte de la barbaridad que se comete al asegurar que subirán los precios de los componentes, es decir, de los paneles solares, que no dejan de bajar, tal y como era de esperar y que se espera que puedan hacer que esta tecnología sea casi competitiva en el mercado libre con respecto al resto de eléctricas en esta década, he de decir que tampoco las bajadas de las nuevas primas serán del 5 %, sino superiores.

Y es que el gobierno ha vuelto a liarse, impulsó el crecimiento de un sector que pudiera ser estratégico haciendo recaer en la factura eléctrica los costes de las primas, excesivas a todas luces en el 2006 y no dudó en modificar el error acabando con las expectativas de muchos inversores que ya habían depositado su confianza en una normativa que garantizaba unos derechos para tres décadas.

He de decir a pesar de todo, que la nueva normativa me parece más racional, pues diferencia las instalaciones en los tejados de las demás –la auténtica joya de las renovables, el símbolo de la energía limpia ajena a especulación, fuera de grandes grupos empresariales, con carácter educativo y participativo, etc.-, establece primas decrecientes pero suficientes, que espolonean al sector para su continua modernización e independiza del IPC eléctrico la revisión de dichas primas.

En definitiva, tras numerosos errores del gobierno, desarrollan una legislación que me parece aceptable (aunque no piensan como yo las empresas del sector) aunque no consigue entrar a fondo en las cuestiones importantes, esto es, la facilitación de los trámites para la instalación de tejados solares en todas las viviendas que lo deseen (hoy es tan complejo que echa para atrás al más pintado ... lo trataremos en un monográfico), la formación para que el sector crezca con calidad y cualificación y la implantación generalizada de estas instalaciones en espacios públicos, como hospitales, ministerios y consejerías, escuelas, ayuntamientos, etc.

Legislar no es fácil, hacerlo con previsión y mirando a medio y largo plazo, menos, pero el daño que se puede ocasionar cuando se improvisa o simplemente no se es capaz de prever los acontecimientos, impide que una sociedad avance, ahora le toca al gobierno generar un marco que permita que estos sectores crezcan con garantías, sin depender exclusivamente de primas y favoreciendo, sobre todo, la estabilidad de las pequeñas empresas.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

4 comentarios:

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo Helios:

Pienso que para un profano legislar no sea fácil, pero es que ellos, nuestros responsables políticos e institucionales, son profesionales en la materia.

Los demás somos especialistas en diferentes áreas y debemos de desempeñar nuestros puestos con diligencia, así lo haces tu y lo hago yo; es por ello que con los especialistas de la cosa pública no debemos de andar con justificaciones, son profesionales y se los elige por ello mismo. Así que han de hacerlo bien.

El gobierno ZP cuenta con centenares y centenares de asesores que pagamos entre todos. Si hacen mal su trabajo deberían dimitir y dejar a otros más cualificados, que haberlos "haylos".

Recibe un muy fuerte abrazote amigo.

Félix dijo...

Amigo Javier, dices muy bien, hemos de exigirles simplemente que hagan su trabajo correctamente, que visto lo visto no es poco.

En este ámbito las empresas y los inversores perciben “inestabilidad” normativa, cuando se trata de un tipo de inversiones que por ser a largo plazo exigen, al menos, estabilidad hasta donde sea posible.

Las inversiones son fuertes y para recuperarlas es preciso un buen diseño de la instalación, una correcta planificación, una financiación ajustada, que no haya demasiadas averías en el sistema ... y que no cambie la ley¡!

Saludos.

feluky dijo...

Este ministro es un claro ejemplo del principio de PETER, según wikipedia El principio de Peter dice que en una empresa, entidad u organización las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad una y otra vez, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia

Hace tiempo alcanzo su nivel de máxima incompetencia.

Las energías renovables son rentable no económicamente de momento, pero si socialmente.

Este señor ha decidido hacer lo que le parece y va quitando y poniendo primas por razones que a mi se me escapan algunas veces y otras no, pero me da que no son todas explicables.

Abrazos.

Félix dijo...

Amigo Feluky el principio de Peter nos tiene fritos.

¿Conoces la modalidad que plantea para deshacerse de los jefes que han sido promocionados a su más alto nivel de incompetencia? Pues es el que aplicó Esperanza Aguirre al exalcalde de Majadahonda tras estallar el caso Gurtel: lo “quitó” de en medio ... mandándolo como presidente al canal de Isabel II con mayor sueldo.

Curiosa forma de resolver el problema ... ¡son unos genios!

Respecto a las energías, el desarrollo de las renovables exige ayuda pública, que ha de comenzar dando estabilidad a las pequeñas empresas para que hagan las inversiones a medio y largo plazo que se precisan. Eso es mucho más importante que las primas, que deben estar más dirigidas a la I+D+i de campo, que a la subvención de la tecnología.

Sin un marco normativo estable y claro estas inversiones no se producen, pues los desembolsos necesarios de los particulares son grandes y los beneficios sólo esperables a medio y largo plazo.

Saludos