Isofotón, líder mundial en concentración fotovoltaica

No me canso de repetir que el potencial económico de las energías renovables es extraordinario y que en estos tiempos de pesimismo y pérdida nacional de autoestima, hemos de ser capaces de aprovechar todos y cada uno de nuestros recursos para transformar nuestro tejido económico, haciéndolo más dependiente del conocimiento y la eficiencia y menos de variables susceptibles de pasar de la noche a la mañana a ser mero humo y especulación, tal y como está sucediendo con el ladrillo.

 Hemos traído a estas páginas en varias ocasiones a empresas españolas que son punteras a nivel mundial en tecnologías limpias y que exportan conocimiento a los cinco continentes, con las buenas implicaciones que para nuestra maltrecha economía posee.

En esta ocasión hacemos un pequeño homenaje a Isofotón, una de las grandes de la más grande (por bella) de las energías. Una de las compañías pioneras en el desarrollo y comercialización (importantísima la transferencia de conocimiento desde los centros de investigación hacia los sectores productivos ... otro de nuestros déficits) de paneles fotovoltaicos a partir de silíceo, el material más abundante de la corteza terrestre (la “vulgar” arena).

Esta empresa nació hace un tercio de siglo en Málaga y desde el principio apostó por una energía casi desconocida en el mundo, pues hasta ese momento las aplicaciones de la energía solar eran casi exclusivas de ámbitos muy especializados (sondas espaciales, enclaves de investigación, seguridad o vigilancia aislados y poco más).

El objetivo que se marcaron desde su nacimiento fue por un lado mejorar los rendimientos de las células de silíceo, por otro abaratar los costes de producción y por otro extender su utilización hacia ámbitos nuevos (al menos en todo tipo de instalaciones aisladas), sin embargo donde Isofotón, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, realmente ha destacado, es en la concentración solar fotovoltaica, una tecnología extraordinaria que utiliza concentradores de luz previos a la transformación fotovoltaica propiamente dicha, lo cual significa que una parte de las superficies captadoras pueden ser de vidrios muy económicos en lugar de ser de silicio más caro.

Desde 1985 la empresa viene trabajando en el desarrollo de este producto, cuyas aplicaciones más importantes se encuentran en grandes plantas de producción eléctrica, lo cual les ha llevado a exportar a más de 60 países y, como he dicho, a ser un referente mundial en el sector.

 Las cifras de las que estamos hablando se podrían resumir diciendo que los módulos tradicionales no llegan al 20% de eficiencia (ratio de transformación energía solar-electricidad) y que los módulos de concentración de la compañía están en el entorno del 40% y creciendo sin parar, hasta tal punto de que en menos de una década se espera que se encuentren en el entorno del 50%, una cifra que parecería ciencia ficción para la energía solar en una fecha tan cercana como los 80.

Acaba de firmar dos contratos para suministro e instalación de sus paneles en dos centrales de EEUU. Los paneles serán fabricados en Andalucía y ensamblados en las centrales, con lo cual se cumplirá otro de sus objetivos, cual es ganarse un puesto en el complejísimo y selectivo mercado norteamericano. Uno de los contratos es de 50 MW, para la planta que están proyectando las empresas "AEP Ohio" y "Turning Point Solar LLC", aunque el mayor contrato lo ha firmado con la "American Municipal Power" (AMP), a la que suministrará 200 MW en 5 años.

 Por último, la empresa Isofotón es la entidad española con más actividad en programas europeos de I+D en tecnología fotovoltaica, de acuerdo al informe de la CE “Photovoltaics and nanotechnology: from innovation to industry”, lo cual nuevamente es un claro indicio de que se encuentra posicionada en excelente lugar, ya que de hecho participa en más del 10% de los proyectos de I+D en fotovoltaica en el continente, lo que la sitúa en el primer puesto de las entidades privadas de toda Europa.

Un claro ejemplo, por tanto, de que este tipo de tecnologías no sólo son el camino hacia la sostenibilidad medioambiental, sino también hacia la necesaria sostenibilidad económica de nuestra sociedad.

 Saludos.

La energía más limpia es la que no se consume.

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