El potencial del coche de Hidrógeno


Cuando parece que los países más desarrollados empiezan a aceptar que un cambio de modelo energético es inaplazable, hemos de alertar sobre la inexistencia de iniciativas en el sector que más depende del petróleo, esto es, el del transporte.

El transporte actual es muy ineficiente, para entenderlo bien sólo hay que echar un vistazo a las carreteras y a sus atascos y ver los miles de camiones que transportan de todo, frecuentemente volviendo de vacío, o los automóviles transportando a un solo pasajero. El consumo de energía por kg transportado y por km, en carretera, sólo posee valores admisibles en el ferrocarril y no muy negativos en un autobús que transporta a un buen nº de pasajeros.

El ferrocarril es la única esperanza de reconducir el transporte terrestre hacia la sostenibilidad, a cambio, eso sí, de apostar por trenes que ahorren tiempo en los trayectos porque se optimicen los recorridos, en las esperas, en la carga y descarga, etc. y no en velocidades superiores a los 200 km por hora que nos hacen caer de nuevo en el despilfarro de energía y disparar los costes de las infraestructuras y de explotación. En ese sentido, el concepto de AVE, sólo sería aceptable en trayectos muy puntuales, con alta demanda de ese tipo de servicio y a condición de que la electricidad proviniese de fuentes limpias.

Como decía, la falta de iniciativas en el transporte es preocupante y las que hay adolecen de multitud de limitaciones. Tal es el caso del coche eléctrico, que depende del uso de baterías que poseen numerosos problemas, desde su ineficiencia energética, hasta su escasa durabilidad, lo contaminante de sus componentes, su peligroso uso o que las materias primas que precisan son escasas y localizadas en lugares de dudosa estabilidad geopolítica (por ejemplo el litio boliviano).

En ese sentido, existe una sólida esperanza, que es el coche eléctrico pero no basado en baterías que acumulan de modo tradicional electricidad, sino en células de combustible, generalmente hidrógeno.

La celda de combustible

Ya las hemos tratado por aquí, pero recordaré que son unos dispositivos, relativamente simples, en cuyo interior se desarrolla una reacción química re-dox, es decir, una reacción en la que se transfieren electrones de una aparte a otra del circuito y por tanto, se genera electricidad. Realmente la novedad se encuentra en el tipo de redox, pues se alimenta de hidrógeno (las hay con otros combustibles, como alcohol etílico) y oxígeno del aire.

La reacción es limpia, pues su único “residuo” es vapor de agua y muy eficiente y las celdas no precisan casi mantenimiento y son muy duraderas.

El problema

De momento no todo son ventajas, aunque la investigación resolverá los problemas pendientes a poco que reciba el apoyo necesario. El principal problema está directamente relacionado con el hidrógeno, en diferentes ámbitos:

-Obtención.- Se puede extraer del agua mediante hidrólisis, haciendo pasar una corriente eléctrica, pero para ello debemos disponer de energía eléctrica limpia y a buen precio. (Quiero hacer notar en este punto, las inmensas posibilidades del hidrógeno a la hora de almacenar excedentes eléctricos que no demanda el mercado, por ejemplo en una noche ventosa que los aerogeneradores de un parque están a pleno rendimiento).

-Almacenamiento.- El hidrógeno es el elemento más ligero del universo y por tanto el más difícil de confinar y mantener encerrado sin que encuentre una "pequeña rendija" por la que escapar. Además es explosivo, lo cual complica las cosas, aunque no hemos de olvidar que el gas o la gasolina también son muy peligrosos y sin embargo se gestiona su almacenamiento adecuadamente.

-Red de distribución.- Hoy es inexistente y debería abarcar todo el territorio, con las dificultades antes mencionadas.

Otro tipo de problemas están relacionados con el diseño de la propia célula de combustible, que posee un elemento muy importante que hace las veces de catalizador de la reacción, una membrana que es atravesada por los gases y acelera la reacción. Esta membrana precisa de investigación y desarrollo aún.

Sin embargo el futuro al respecto es muy prometedor y en nuestra mente ha de estar presente el potencial de estas tecnologías que, por ejemplo, en EEUU ya están recibiendo apoyo público importante.

El programa americano

En el último informe del Consejo Nacional de Investigación (el NRC) se recomienda encarecidamente apoyar el desarrollo de las celdas de combustible, por su potencial para reducir en un futuro inmediato la fuerte y peligrosa dependencia energética exterior, elemento cada vez más importante para entender la competitividad de una nación.

FreedomCar, entidad de colaboración entre el Departamento de Energía de EEUU y diversos sectores industriales del sector, venían apoyando el desarrollo de la tecnología del hidrógeno como alternativa limpia y muy eficiente para los vehículos, explica un comunicado del NRC. Pero el año pasado dicha entidad cambió de orientación, optando por alternativas a más corto plazo para reducir el consumo de petróleo.

El informe evalúa las opciones tecnológicas en este sector y hace varias recomendaciones. Define como "claramente importantes" los motores de combustión avanzado, "que dominarán el mercado durante muchos años o incluso décadas". Los biocombustibles y sus motores, así como las instalaciones de generación y distribución eléctrica para vehículos híbridos y eléctricos y apunta la necesidad de avanzar en el reciclaje de las baterías y en la seguridad al ser recargadas.

Pero las células de combustible y las tecnologías del hidrógeno asociadas merecen especial atención por parte de los expertos del NRC. Pese a que se han producido avances significativos en su funcionamiento y se ha rebajado su coste, ninguna tecnología de este tipo ha sido hasta ahora capaz de alcanzar los objetivos establecidos.

Observamos, por tanto, que incluso EEUU, meca del capitalismo, está apostando claramente por el desarrollo de las energías renovables e impulsando programas de desarrollo en termosolar, biomasa, eólica, hidrógeno, etc. y es que, como vengo comentando continuamente, se trata de una apuesta estratégica de futuro, por la mejora de la competitividad, por la disminución de la dependencia exterior, por la creación de nuevos sectores productivos en los que primará la cualificación y el empleo de calidad y, sobre todo, porque el medioambiente no puede esperar.


Saludos.

La energía más limpia es la que no se consume.

8 comentarios:

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo Helios:

Creo que el principal problema con que tropieza la energía del hidrógeno, como el del resto de energías limpias, es la carencia de voluntad política. Ahora se está al dictado de otros, de los mercados financieros especuladores que sólo desean hacer dinero deprisa, muy deprisa y a los que no les importa el cómo.

Hemos de ir configurando una alternativa a lo existente, desde dentro y desde fuera del PSOE.

Pero hace falta un programa claro, preciso y conciso.

Tu eres la persona más adecuada para liderar la elaboración de ese programa, de ese proyecto que en lo teórico ha de tener un sostén.

Si te animas en Convergencia Socialista -una estructura horizontal- se necesitan personas como tu.

Recibe un abrazote amigo.

Anónimo dijo...

Por lo que usted cuenta, parece que el mito clásico del coche de agua se puede hacer realidad:

Agua que da hidrógeno e hidrógeno que mueve el coche.

Interesante ...

Anónimo dijo...

Dice Amigo de la Dialéctica que falta un programa y en el caso energético es aún más claro. Un programa que diseñe el mix energético nacional.

Tal vez en estos portales puedan algunos encontrar claves e incluso nombres.

Me gustaría leer su opinión sobre el valor del hidrógeno como vector.

Buenos días

Ana dijo...

¿Celdas de hidrógeno? ¿tiene algo que ver con la fusión? ¿con fusión fría quizás?

Un saludo

Félix dijo...

Amigo Dialéctico, en efecto falta apoyo público a estas tecnologías, y en España más, ya se sabe, el “que inventen ellos” de Unamuno caló profundamente en nuestra sociedad y no digamos en nuestros gobernantes, ajenos como son a la ciencia, por desconocimiento y por desinterés.

Anónimo 1, esta tecnología de la que hablo está en pleno desarrollo, pero si quieres ver un mito materializado, observa los cohetes en los que viajamos al espacio, esos utilizan como combustible el hidrógeno, que bien se puede obtener del agua mediante hidrólisis.

Anónimo 2, lo vengo comentando una vez tras otra, a partir del conocimiento de la realidad científica y técnica del mundo energético, será más fácil que exista concienciación, de gobernantes y de ciudadanía en general, por ello todo esfuerzo por comunicar y aclarar, tiene su fruto.

Ana, el hidrógeno puede ser una fuente de energía mediante fusión nuclear. Está en pleno proceso de desarrollo y genera enormes expectativas. El hidrógeno como combustible de una celda es otra cosa, pues se basa en una reacción química, involucra por tanto energía química y no nuclear y en tal caso hablaríamos de un vector energético, es decir, de una fuente intermedia. Ambas dimensiones muy interesantes.

Saludos

Carlos Méndez dijo...

En Valladolid , los autobusess van por gas ,necesitan un motor de aleación mucho mas fuerte de lo normal, es lo mas cercano que tenemos, quizas con el tiempo la realidad del combustible que hablas sea una realidad, esto ira a una sociedad mas plural, y en los combustibles no sera una excepción, como aplicaran los impuestos y tasas a la nueva forma de moverse , es otro dilema, creo que lo desconocido y los cambios son aveces un poco dados de lado por miedo, si todos poco a poco cambiaramos a algo ecionomico , poco contaminante y rentable, seria lo mejor y lo mejor esta por llegar.

Anónimo dijo...

El gas puede que sea la energía del s. XXI

Félix dijo...

Carlos la automoción mediante gas se utilizaba en los taxis hace treinta años, después se fue dejando de lado.

El gas es de entre los fósiles, el más interesante, por disponibilidad, por precio y porque es el menos contaminante. Tiene asociados problemas serios, como el transporte, la licuefacción y gasificación, los lugares de origen, etc. pero como digo, es el más interesante de los combustibles fósliles.

Saludos