Houston, tenemos problemas ... los de siempre


Cuando ingresé en la administración a principios de los 90, lo hice porque pensaba que allí podría aportar mi granito de arena al desarrollo de este país. Pensaba que podíamos plantearnos conseguir que nuestros servicios públicos alcanzasen el nivel de calidad que poseen en los países más desarrollados y así que los ciudadanos españoles pudiesen disfrutar de un Estado del Bienestar al nivel de Suecia, Finlandia, etc.

Al año siguiente Felipe González tomó la decisión de que mi poder adquisitivo bajase en un 3,1 % (me subió el sueldo un 1,8 % en un año que cerró con una inflación del 4,9 %) y al siguiente que lo hiciese otro 4,3 % ... y así hasta el año pasado, en el que los funcionarios españoles hemos perdido un 22.4 % de poder adquisitivo desde 1993 y un 42 % desde 1982. Es decir, mientras lo normal ha sido que el español medio aumente considerablemente su capacidad adquisitiva en estas décadas, los empleados públicos la han visto caer año tras año.

Tras las noticias de los últimos días, de congelación de pensiones, más recorte en la inversión pública –en los servicios públicos- y una bajada en los sueldos de los funcionarios que puede llegar hasta el 15 %, mis sentimientos hacia el Presidente Zapatero son de tristeza, por la decepción tan profunda que me hace sentir respecto a su capacidad y a la del proyecto socialista que capitanea. Habiéndolo apoyado como he hecho, siento que el proyecto está vacío, navega sin rumbo, improvisa y toma decisiones para salir del paso, que perjudican, a los que es más fácil exprimir.

Si uno escucha o lee a ciertos tertulianos, opinadores y “calumnistas” –que diría aquél- de determinados medios de comunicación ultraconservadores, parecería que la culpa de la situación económica y de todos los males del país, la tienen los funcionarios.

Al ciudadano en general cuando escucha la palabra “funcionario” se le viene a la mente el “venga usted mañana” que decía Larra, esto es, el sufrido auxiliar administrativo que le atiende en cada dependencia del Estado y que lo hace sin que se le reconozca un ápice su labor. Pero la realidad del funcionariado va bastante más allá, pues en este país trabajan para las administraciones públicas muchas de las mejores cabezas de cada generación. Entre ellos se cuentan médicos, abogados del estado, jueces, ingenieros, economistas, profesores, investigadores, meteorólogos, etc. personas de la más alta cualificación que reciben unos salarios muy por debajo de sus homólogos de la empresa privada y que ni siquiera gozan de reconocimiento social.

Con frecuencia nos referimos a un anhelo colectivo –al menos entre los sectores de izquierda y centro- que denominamos “Estado del Bienestar” y lo hacemos mirando más o menos abiertamente a sociedades del norte de Europa en las que la educación, la sanidad, la atención a la infancia y a los mayores, etc. es de una calidad envidiable. Esos servicios públicos más los propios que necesita el Estado para funcionar y hacerlo sin depender excesivamente de vaivenes políticos o de intereses empresariales que se antepongan al interés general, exigen una administración suficiente y eficiente.

La administración española debe mejorar bastante en eficiencia y en ser capaz de discriminar entre el funcionario competente y entregado y el zángano ibérico, pero no puede estar sometida continuamente al ataque de los sucesivos gobiernos, ni sus trabajadores no gozar del mínimo reconocimiento que merecen por su aportación al país.

Si miramos a los países más desarrollados, los que gozan de mejores servicios y que están conformados por sociedades cultas, trabajadoras y comprometidas con sus países, observamos un peso de la administración –tanto en volumen como en gasto e inversiones- muy superior al español.

Así, mientras que en España (2008) el porcentaje de personas adultas que son empresarios y autónomos es mayor (10,64%) que el promedio de la UE-15 (9,78%), el porcentaje de personas adultas que trabajan para el sector público es sólo el 9%, uno de los más bajos de la UE-15 (cuyo promedio es el 16%). En los países escandinavos es el 26% para Dinamarca, el 22% para Suecia y el 19% para Finlandia, estando estos entre los países cuya economía es más eficiente y emprendedora en la OCDE, tal como señala el último informe sobre competitividad y eficiencia económica de esa organización, publicado por el prestigioso Economic Policy Institute de Washington.

La mayor causa del subdesarrollo del sector público es la falta de ingresos al Estado, consecuencia de la limitada carga fiscal, una de las más bajas de la UE. Es sorprendente que ello sea motivo de orgullo por parte de dirigentes del Gobierno socialista español. Una de las causas de esta subfinanciación del Estado español (sea central, autonómica o municipal) es el enorme fraude fiscal que, según los propios técnicos haciendistas de la Agencia Tributaria del Ministerio de Economía y Hacienda del Gobierno español, alcanza la cifra de 88.617 millones de euros, fraude realizado a la Agencia Tributaria del Estado español (58.676 millones) y a la Seguridad Social (29.941 millones).

Para hacernos una idea de lo que estas cifras significan, tenemos que saber que España se gasta 58.000 millones de euros menos de lo que debiera gastarse en su Estado del bienestar, para alcanzar la cifra del gasto público social per cápita que nos merecemos por el nivel de desarrollo económico que tenemos. La mayoría de este fraude procede del mundo empresarial y financiero; según las declaraciones de la renta, los empresarios en España ingresan unos 6.000 euros menos que los asalariados. Ningún otro país de la UE se encuentra en esta situación. Por cierto, el Estado español es el que se gasta menos de la UE-15, el 0,06% del PIB, en recoger impuestos (tax collection), cinco veces menos que Suecia (0,32%).”
(Cito a Vicenç Navarro en Diario Pueblo).

Zapatero ha perdido toda credibilidad para mí y, en mi opinión, el partido socialista necesita hacer una profundísima reflexión y renovación.

Dice hoy en El País Martie Aubry, secretaria de los socialistas franceses, que es lamentable que los gobiernos se pongan de acuerdo tan rápido para salvar a la bolsa y que sean incapaces de hacerlo para salvar a los pueblos ... tomen nota.

Saludos.

La energía más limpia es la que no se consume.

14 comentarios:

Moral y Política dijo...

Estoy viendo a la vice primera vestida de rojo dando la reseña del consejo de ministros. El día del medio ambiente salió de verde, el dia de la mujer y muchos días sale de morado y hoy sale de un rojo hasta en la sombra de los ojos.

El cinismo, no el filosófico que ese es digno si no la acepción mas vulgar que se asemeja a la hipocresía, es la pauta que guía a los miembros de este gobierno.

Comprendo a los que se sienten desengañado de Zapatero los que le conocemos desde hace algún tiempo, sabemos de sus nombramientos y de sus correrias y purgas en León no nos hemos sorprendido, estábamos ya desde el momento en que consiguió engañar a medio PSOE en guardia.

Si, se confunde al funcionario con alguna que otra persona que está detrás de una ventanilla o una mesa y que atiende de modo hosco, pero eso te lo encuentras en cualquier actividad, en un supermercado, en un banco, en tantos sitios. Se olvida a la gran mayoría que presta servicios a esta comunidad. Lo público está en el centro de la diana y no pararan hasta privitizar, incluso, las cárceles.

saludos,

Anónimo dijo...

Hasta usted reconoce que muchos funcionarios no hacen ni el "güevo", no será tan malo que se les recorte el sueldo y menos todavía si es por bien general.

Jose dijo...

Helios cambias de tercio en esta entrada ... cuando nos tocan la cartera ya se sabe ...

En efecto, atacar a los funcioarios parece el deporte nacional. Luego cuando a uno le salva la vida el cirujano de la SS le está infinitamente agradecido, pero no cae en la cuenta que es un funcionario también y su rechazo a los funcionarios no varía un ápice.

Así somos en este país, como dices miramos a Suecia o Finlandia con envidia, pero a la vez no queremos administración. Ya lo decía Felipe González "queremos pagar los impuestos de Marruecos y tener los servicos de Suecia"

Buenas tardes.

-_- dijo...

Yo, que debo ser un ciudadano español rarísimo, tengo una impresión excelente de los trabajadores públicos —nunca les pregunto si son funcionarios o interinos—.

Siempre les trato con una sonrisa y me la devuelven. Siempre acudo a ellos (en Ayuntamiento, Hacienda, a un agente de la Guàrdia Urbana, etc.) a resolver algún problema o necesidad con ánimo activo y casi siempre responden igual. Bien.

Alguno, que parece desganado, quizá por llevar tratando toda la mañana con ciudadanos que, en su equivocación los miran con ojos de verdugo, en seguida se contagia de mi trato al percibir que puede ayudarme, que es normalmente justo lo que le gusta de su trabajo —si no, trabajaría en la empresa privada cobrando más— y que se lo valoro de antemano.

Creo que hay que ir con ánimo activo de colaborar activamente con ellos para solucionar tu problema porque si vas pensando en que te lo solucionen ellos como si a ti no te importase o tú no contases... no van a ser "más papistas que el Papa".

En la empresa privada pasa parecido. A pesar del incentivo competitivo del ánimo de lucro, si acudes p.ej. a un despacho de abogados y participas de forma activa, entusiasta y constructiva en el caso para el que has contratado tu representación, su implicación y resultados lógicamente son mayores que si les entregas tu expediente y les dices "ahí queda eso".

A lo dicho del trabajador público hay que añadir algo: la falta de medios. Dicen ahora que hay que reducir gasto público. Gasto público improductivo puede ser. Eliminarlo y racionalizarlo.

Pero en cuanto al gasto público productivo, conviene insistir en que nuestro Estado del Bienestar está infradotado en 74.000 millones de euros anuales (Navarro). Lo que en realidad hay que hacer y ni P.S.O.E. ni P.P. se dignan, es aumentar el ingreso público. Esas sociedades que el Sr. Helios ha mencionado como Suecia, Finlandia, Dinamarca... lo han tenido muy claro siempre y han recogido lo bueno que han sembrado.

En la judicatura, la falta de dotación de medios económicos, materiales y humanos es esperpéntica. A nivel de Ayuntamientos, tres cuartos de lo mismo. Sucede que acaban endeudándose con el mismísimo diablo (o las multinacionales, p.ej. bancarias y energéticas) para no declararse en suspensión de pagos.


A.t.t. Dº M. Álvarez: la Pres. E. Aguirre y la Canciller A. Merkel también visten de rojo a menudo. "El hábito no..." ;-)


Mi más cordial saludo,

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo, como digo en mi bitácora:

Pienso sinceramente que el PSOE, y sus dirigentes, se están equivocando y lo voy a razonar. En lo principal que se equivocan es en cerrarse en banda o mirar hacia otro lado (el PP). El siglo XXI no admite esos paradigmas propios del siglo XIX. Hay que tener criterio propio y no enrocarse en torno a lo que dice "el jefe" de una forma ciega.

Los secretarios generales de los sindicatos CC OO (Ignacio Fernández Toxo) y UGT (Cándido Méndez) ha criticado el procedimiento elegido para ejecutar las medidas de ajuste del gobierno, un decreto ley: "El procedimiento de decreto ley se cobra dos víctimas: la del diálogo social y la del consenso parlamentario".

Portugal, al contrario de la práctica llevada a cabo por ZP, aprueba con el apoyo de la oposición su plan de austeridad. En el que destaca el aumento de los impuestos a los ricos: "El Gobierno luso presenta un severo plan de ajuste para sanear la economía del país en el que se prevé reducir el gasto militar y gravar con el 45% las rentas más altas".

Las reacciones al método ZP no se han hecho esperar:

1.- CiU cuestiona la confianza de Zapatero y pide elecciones al PSOE. Su portavoz en el Congreso, Duran i Lleida, pide a los socialistas que convoquen elecciones, una moción de confianza o que cambien de candidato. Para el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antonio Duran i Lleida, hay un antes y un después de esta semana, de la que el Ejecutivo ha salido "tremendamente debilitado".

2.- La bolsa española se hunde un 6,64% hasta los 9.300 puntos. Se trata de la mayor caída desde octubre de 2008.

Peor imposible. La solución, la aportada por Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". El PSOE lleva mucho tiempo haciendo siempre lo mismo (y los mismos); siempre más de lo mismo: Sin implicación de los demás, sin participación real de los demás. Todo vertical, todo cupular, todo partitocrático. No es ni un instrumento al servicio de la ciudadanía (vulnera con sus prácticas la esencia de la Ley 30/92), ni respeta la voluntad del pueblo soberano (ignora la constitución, pues se nos ignora a la mayoría de las decisiones importantes).

Obviamente quién siembra vientos suele terminar recogiendo tempestades, pues como siempre los lodos vendrán de esta polvareda que el PSOE está levantando.

De seguir así seremos los nuevos campeones de la Champions League de los fracasados, por delante de Grecia y con ventaja.

Recibe un muy fuerte abrazote amigo.

Moral y Política dijo...

Sr. M, también viste de rojo Rita Barbera, lo curioso es que la vice no suele vestir de rojo, viste de otra cosa pero poco de rojo y a difrencia de las políticas de derecha que se han mencionado cuando la vice viste de rojo viste intencionadamente, es decir, como los laboristas ingleses de izquierda se ponían corbata rojas para ir a los congresos.

Por eso digo que la vice viste de rojo-

Saludos,

Félix dijo...

Miguel, se intenta desviar la atención y para ello utilizan estratagemas diversas, incluida la estética, el vestido, la foto que hay detrás, la noticia que cuelan justo antes en el telediario, etc. Quiero pensar que en cuestiones serias son estrategias cada vez menos productivas.

El desmantelamiento de la administración es un hecho y no sólo en Madrid donde es el objetivo nº 1 de su gobierno, sino también en el gobierno central. Una tasa de reposición del 10% como la que se ha aprobado hace un mes, implica dejar sin cubrir 9 de cada 10 vacantes, lo que generará automáticamente un triple efecto:

1.-Empeoramiento del servicio con el consiguiente daño para el ciudadano que a su vez será menos contestatario frente a privatizaciones y no digamos frente a bajadas de sueldo a funcionarios, que serán bien recibidas.

2.-Imposibilidad de sacar adelante en el seno de la administración, programas de mejora que exigen la aceptación de los trabajadores, por su quemazón, como este recorte que nos ocupa.

3.-Alfombra de seda para las privatizaciones parciales, por los servicios que no pueden ser cubiertos.

Cuando haya pasado la crisis es probable que se hayan perdido logros alcanzados con mucho esfuerzo y también que la administración y con ella el estado del bienestar, se encuentre herida en la línea de flotación. Nuestros gobernantes parecen estar más interesados en el modelo americano que en el del norte de Europa. Es paradógico observar a gobiernos de centro derecha que miman la administración y a otros supuestamente socialistas que atentan contra ella, por acción u omisión.

Anónimo te aseguro que conozco bien muchas empresas y a muchos asalariados y empresarios, a tantos como funcionarios o más y creeme, en ambos mundos existen zánganos y trabajadores (y empresarios) ejemplares. Además, en la administración, por cada trabajador que no hace su trabajo, hay otro que realiza el de los dos. Dejémonos de tópicos pueriles.

José, me han tocado la cartera, sí, pero por suerte no soy yo de los que sufren una situación económica agónica, por lo que mi enfado es más por mis convicciones que por lo que pueda afectarme personalmente la rebaja que han preparado.

SrM, si todo el mundo tuviese esa actitud nos iría mejor. Siempre se gana más siendo amable. No sé si conoce usted lo que decía Al Capone sobre la amabilidad:

“En este mundo se consigue casi cualquier cosa con una buena sonrisa …

… y lo que no, con una pistola”

Bueno, es una broma para que nos relajemos un poco.

Javier, qué más podemos decir, es el momento de que se produzcan inaplazables cambios en el gobierno y en el socialismo español. No sólo por Zapatero, sino por muchos de los que le rodean, no tengo nada personal contra ellas (y ellos) pero me temo que les queda muy muy grande el traje de la responsabilidad.

Saludos amigos y gracias por vuestros comentarios.

-_- dijo...

A.t.t. M. Álvarez: hoy he leído, creo que en prensa, que la ex miembro del Gobierno U.S.A Dª M. Albraight usaba broches en sus vestidos y que se los ponía con intención, con mensaje sutil según la ocasión. Como la Vicepresidenta Fernández de la Vega no materialice en algo el mensaje cromático sutil entonces efectivamente parecerá que está de cachondeo.

Saludos,

innópolis dijo...

Hay otra realidad que la gente no conoce, por ignorancia y es la siguiente:
Hay departamentos, en lo que el 90% de los funcionarios cobran complementos ilegalmente. Ocupan jefaturas, y no son jefes de nadie, pues el servicio o la sección, son sólo ellos.
Esto suele pasar en los departamentos donde se adjudican obras, o servicios. Y suele pasar en esos departamentos donde el político cesa en el cargo y en el mismo día se fue a la empresa constructora a la que adjudico obras a toda prisa. Cuando se va, ilegalmente, deja de por vida, esos sobresueldos a sus compinches de la red clientelar, trama, mafia... como ocurría en boadilla del Monte o en cualquier sitio, donde un señor con maletín visita a un político, y sale con la promesa de que la próxima adjudicación será suya, para eso se pagan los sobresueldos a la red.
los demás, que alguna vez se negaron a recibir una obra porque no estaba terminada, o bien ejecutada, o se negaron a falsificar informes... esos tienen el sueldo recortado el 25, o 30% de por vida, y también el derecho a cursos, a ausentarse del puesto aunque tenga derecho, a tener un espacio para trabajar, a tener ordenador, o teléfono, etc.
Antes de recortar el sueldo, arréglese esto, páguese a cada uno lo que le corresponde, hágase justicia, y después si hubiera que recortar, se recorta.
¿ha quedado clarito?
Se puede decir más alto...

Félix dijo...

Amigo Andrés las cosas están mal y algunos responsables públicos sobran. Pero tenemos que tener confianza en el futuro inmediato, porque somos muchos los que pedimos simplemente que se apueste por la competencia pura y dura, sin más, sin segundas intenciones, sin que prevalezcan otros intereses que no sean los generales.

El discurso al final calará.

Saludos

Alfonso Vázquez dijo...

Lo más triste de todo, es que siempre pagan (o pagamos)los mismos. NOs recortan los sueldos, nos mandan al paro, nos suben los impuestos, nos fríen a multas (al loro, como está de eufórica la GC con el radar y los controles) pero los que iniciaron todo esto, la banca, se va de rositas, con un motón de miles de millones de dinero público. Y por supuesto, la casta no va a perder su tren de vida.

Que no, que somos unos pringadetes y nos toca pagar el pato

Unknown dijo...

Señor Anónimo como me imagino que no pasa por mi blog le dejo mi opinión sobre su apunte:

Funcionarios somos los docentes, los médicos y sanitarios, los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, abogados, administrativos... Los hay eficaces y magníficos profesionales y los hay que no se merecen el trabajo que desempeñan. Pero ni más ni menos que en otras profesiones. Conozco dependientes encantadores, peluqueros fantásticos, empleados de banca que te atienden con una sonrisa, mecánicos serviciales, dentistas eficientes y profesionales... pero también conozco camareros impresentables, fontaneros sinvergüenzas, mecánicos ladrones y albañiles gandules. Pero la cuestión es desprestigiar lo público con tal de contraponerlo a la eficacia de lo privado. Y no es cierto, es lisa y llanamente mentira.

cosas de bara dijo...

Hola Helios
Una magnífica entrada, yo también estoy enfadada, no por lo que importe la reducción salarial (que también fastidia), sino por el desprecio que sufrimos continuamente desde todos los sectores.
Quiero pensar que soy una funcionaria que “funciona” al igual que el resto de compañeras y compañeros. Yo no conozco a nadie de mi entorno laboral que se escaquee del trabajo.
A veces pienso que tenemos, en cuanto al sueldo y a la consideración que tiene la sociedad de nosotros, lo que nos merecemos, pues, creo que nunca hemos sabido defender nuestros derechos. Jamás los empleados públicos (funcionarios, personal laboral, estatutario) ha estado unido, tal vez en algún sector y no siempre.
Desde que soy funcionaria he ido a la huelga cada vez que se convocaba. En mi centro de trabajo participaban en la misma un máximo de tres personas, conmigo incluida. Por supuesto, nunca conseguimos nada, como bien sabes.
La participación sindical, como simples afiliados, prácticamente inexistente, ello conlleva que no participamos en las organizaciones sindicales y, por tanto, no les pedimos cuentas ni ellas nos las dan.
Quiero decir, que somos unos trabajadores que no nos respetamos, no sabemos defender nuestros derechos o, a veces, pienso que no nos consideramos trabajadores como el resto de la población laboral.
Por tanto, el Gobierno lo ha tenido sencillo, reducción salarial a este colectivo que no se mueve (habrá alguna protesta inicial pero al final las aguas volverán a su cauce), al igual que los pensionistas que se callarán por miedo a perder sus pequeñas pensiones.
He llegado a tu blog a través del de Javier Caso, con tu permiso volveré, los temas que tratas son muy interesantes y, confieso, que sé muy poco de las energías renovables.
Saludos,
Bara

Félix dijo...

Alfonso, como dices siempre pagan los mismos, porque es la vía fácil. Además, fíjate que cuando no se cree en la administración, es decir, en los servicios universales que presta o simplemente en que funcione el Estado, no se piensa en mejorarla, sino en liquidarla.

Tenemos el modelo Esperanza Aguirre, copiado de lo peor del mundo anglosajón: que no funciona bien un hospital … se privatiza, como mínimo su gestión y sobre todo, se fomenta que la gente “libremente” contrate sanidad privada, de manera que cuando el PP gobierne y se vea con fuerza pueda instaurar el “cheque sanitario” el “cheque escolar”, etc. es decir, dé la puntilla al Estado del Bienestar. Como contraposición a esa concepción que denominan “liberal” –esto es porque no conocen el significado histórico del liberalismo, claro- está la nórdica, que curiosamente no se ve muy afectada por el signo de sus gobiernos. Consiste en querer servicios de calidad y organizar la administración para conseguirlos, empezando por financiar suficientemente los costes asociados … claro que hablamos de países civilizados y con tasas simbólicas de economía sumergida.

Nicolás, totalmente de acuerdo. De todas formas observa que en este país no existe profesión, ni sector profesional que sea bien valorado. El discurso torticero de que el funcionario no trabaja, es un discurso de esos que se automatizan desde diferentes sectores con el fin de preparar el terreno a las privatizaciones. Como le comento a Alfonso, el político mediocre gana doblemente con cada privatización: no tiene que demostrar dotes en el gestión porque ésta pasa a ser privada y de paso, con frecuencia, favorece a algún amiguete que se hace con una contrata o empresa pública para obtener pingües beneficios.

Bara, bienvenida a este tu blog y pasa por aquí cuando quieras, lo normal será que te encuentres con entradas sobre sostenibilidad y pistas para el cambio de modelo energético … pero no me he podido resistir con este asunto que nos ocupa. Respecto a tus observaciones en relación con la falta de unión en el sector público, es cierto y en mi opinión es una realidad relacionada con la falta de ideales compartidos, con la falta de un proyecto común que nos lleve a concebir la sociedad como algo que va más allá que la suma de sus individuos. Afecta a todo tipo de asociacionismo y perjudica sobremanera a la participación ciudadana, a la fiscalización de a labor de los políticos, etc.

Justamente lo que algunos pretendemos es que estos nuevos espacios sean el canal que permita el nacimiento de una nueva conciencia crítica colectiva que, únicamente movida por el interés general, influya en las políticas. Pedimos transparencia y pedagogía de las decisiones políticas y no nos conformamos con cualquier responsable público, sino que exigimos que en un país que aspira a estar entre los más influyentes del planeta, cada puesto de responsabilidad lo ocupe la persona más competente de entre las disponibles … y tras un tiempo prudencial, a lo de antes y que vengan otros con nuevas energías.

Saludos y gracias por vuestros comentarios.