Hoy es el día
en el que todos los partidos se autofelicitan públicamente por sus buenos
resultados y dicen, también todos, que han entendido el mensaje de los
electores y que es tiempo de entendimiento y pactos.
No es mi
intención hacer un repaso de los resultados, aunque para mí lo más significativo
se resume en tres puntos:
-El apoyo que
sigue recibiendo el partido del gobierno a pesar del empobrecimiento al que ha
sometido durante estos cuatro años a la clase media española. (Aunque no hay
que obviar que ha sufrido un descalabro con la pérdida de más de tres millones
y medio de votos).
-La imparable
senda de descenso del PSOE con millón y medio menos de votos que hace cuatro
años a pesar de estar en la oposición y poco más del 40% de los votos que
obtuvo en su mejor momento Felipe González. Es decir, hoy ya es la sombra de lo
que fue, lo cual lamento.
-El fuerte
apoyo recibido por las plataformas y partidos que forman Podemos.
Mientras que
lo más sangrante, para mí, se resume en uno, la caduca ley electoral que permite
que a IU un diputado le cueste 461.319 votos (2 diputados con 922.638 votos)
mientras que a los partidos nacionalistas o a las plataformas locales les
llegue a costar sólo 77.328 (la plataforma de Ada Colau, obtiene 12 diputados con 927.948 votos).
El voto de los
españoles que apuestan por partidos minoritarios no localizados no vale nada,
lo cual ha sucedido sin ir más lejos con mi voto al senado a Fernando Savater, de UPyD
... aunque fuera obvio.
Por tanto, la
democracia no podrá ser adulta en este país mientras no valga lo mismo todo
voto con independencia de donde se encuentre la urna que lo recoge.
Respecto a los
efectos de la emergencia de Podemos y la aparición de Ciudadanos en el ámbito
nacional (este último ha recibido mi apoyo más por descarte de los otros que
porque crea en su capacidad de mejorar algo) habrá que analizarlo durante los
próximos cuatro años comparándolo con los cuatro pasados y teniendo presente
que durante estos últimos las clases medias españolas (la mayoría de los
ciudadanos) han sufrido los siguientes perjuicios, entre otros:
-Disminución
de su poder adquisitivo.
-Soportar las
tasas de paro más elevadas de Europa, lo cual, por sí sólo, es incompatible con
cualquier intento de mejora de la sociedad.
-Soportar una economía
sumergida del 25%, la más alta de todas las economías desarrolladas. Ello
provoca que los gastos del Estado los soportamos casi exclusivamente los
ciudadanos con nómina y los empresarios y autónomos honrados.
-Una
corrupción política galopante, irrespirable en determinadas regiones como Andalucía,
Cataluña, Madrid o Valencia entre otras
-Reducción de
su diferencial de renta disponible cuando se resta lo necesario para la
logística (alimento, vivienda, vestido, etc.)
-Empeorada su
sanidad (listas de espera, copagos, cierre de centros, disminución de horarios
de apertura, etc.)
-Empeoramiento
de su sistema educativo (alumnos por clase, deterioro de la escuela pública en
favor de la privada concertada, ausencia de nuevos colegios, etc.).
-Empeoramiento
de las infraestructuras de agua, transporte, etc.
-Empeoramiento
de la seguridad.
-Aumento de
impuestos.
-Soportar
nuevas tasas de todo tipo, muchas de ellas inexistentes hasta ahora.
-Privatización
del sector público para favorecer a los amigos a costa de empeorar el servicio
que reciben los ciudadanos.
-Incapacidad
del Estado para acabar con la deslealtad de las instituciones en Cataluña,
permitiendo la deriva independentista.
Como digo,
durante los próximos cuatro años iremos analizando la evolución de todos estos
ámbitos sin perder de vista la situación actual, aunque viendo que en Andalucía
y Madrid todo sigue practicamente igual de mal tras la entrada en escena de los
nuevos partidos, no se puede augurar nada bueno.
Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.
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