¿Por qué la naturaleza es intrínsecamente compleja?

La Ciencia tiene como objetivo principal la comprensión de la naturaleza, lo cual en sí mismo es una formulación que presupone que la naturaleza es comprensible, es decir, que subyace en ella cierto tipo de orden descifrable, siendo esa también justamente, la idea de orden, en el sentido de que subyacen leyes y patrones que permiten explicar su comportamiento. De hecho la palabra Cosmos nace como oposición al término griego Kaos (en castellano caos). (Remito a la excelente obra de Carl Sagan, Cosmos, para ampliar detalles).


Llegar a entender por qué la Tierra gira alrededor del Sol y describir con precisión su órbita, sería relativamente sencillo si la Tierra y el Sol fuesen “perfectos” –de hecho bastaría con que fuesen perfectamente esféricos y homogéneos-, aislados del resto del universo –o que no hubiese más cuerpos en él-  y que tuviésemos un conocimiento preciso de su posición y velocidad sólo en un instante determinado … sin más.

El problema –o la buena noticia, según se mire- es que la naturaleza no sigue esos patrones de perfección humana, es más peculiar y variopinta, pero sobre todo –y es lo que se relación con la complejidad- sucede que en la naturaleza interaccionan entre sí, continuamente, multitud de objetos, partículas, cuerpos …. sistemas de los cuales no es posible conoce ni medir con total precisión, ni siquiera en un instante, sus posiciones y velocidades (o cualquier otro tipo de magnitudes: presión, temperatura, aceleración, densidad, viscosidad, etc.)

Esto, unido a que las leyes matemáticas que podrían permitirnos describir los sistemas, son no lineales –es decir tienen soluciones que evolucionan de modo radicalmente diferente en función de sus valores iniciales- hace que la naturaleza sea intrínsecamente compleja y sólo predecible dentro de ciertos límites aunque se conozcan los mecanismos mediante los que interaccionan todos los cuerpos implicados.

Así pues, se da la paradoja de que se pueden conocer exactamente las leyes que gobiernan un sistema (por ejemplo la gravedad en la órbita lunar) pero no ser posible obtener una predicción de la evolución de la naturaleza suficientemente precisa por no conocer con suficiente precisión la situación de partida de los cuerpos que intervienen o, de modo más real, porque cualquier levísima perturbación que reciban que no se hubiese tenido en cuenta inicialmente (un meteorito que pase junto a la luna) nos aleja tanto de las soluciones halladas inicialmente que las hacen inservibles.

Eso es esencialmente la complejidad intrínseca de la naturaleza, que da lugar a cierto tipo de indeterminación clásica, parecida a la indeterminación cuántica, más conocida, pero paradógicamente menos influyente en nuestras vidas cotidianas … y sí, la incertidumbre en el conocimiento de la naturaleza es un fenómeno clásico que no surgió con la mecánica cuántica como muchas personas erróneamente piensan.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

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