¿Y si nuestro modo de vida fuese absurdamente despilfarrador?

Todavía andamos debatiendo, amigo Sancho, "si son galgos o podencos" ... sobre si las energías renovables son una oportunidad económica o un lastre para el crecimiento. Si el apoyo público debe ser mayor o menor o si el carbón, el petróleo y el gas han de ser nuestro eje energético hasta que se agoten, sin más.

Pero … ¿y si ese debate no tuviese sentido? ¿qué pasaría con el tiempo que estamos perdiendo si resultase que nuestro modo de vida ya está alterando los frágiles equilibrios medioambientales del planeta?

La biosfera está enfermando, debido a nuestras agresiones crecientes en forma de emisiones nocivas de todo tipo al aire, a la tierra y a las aguas y, como aún no se ha quejado, seguimos ignorándola.

Si tenemos detectado el problema, ¿por qué esperar para comenzar el camino de las soluciones?

La causa general

Producimos sustancias contaminantes, esto es, que agreden los ecosistemas terrestres y las emitimos en enormes cantidades a la superficie terrestre, a la atmósfera y a los mares y ríos.

La buena noticia: el remedio existe

Encontrar un equilibrio entre confort y preservación del medioambiente, que necesariamente implicará mejorar las eficiencia y el ahorro para consumir menos y seleccionar las fuentes energéticas, de materiales y de productos en general, más respetuosas con el medioambiente.

Por ello, en la cuestión energética, el debate no debiera ser renovables sí o no, sino más bien, a qué ritmo de crecimiento y sin límite hasta que nos provean de toda la energía que necesitemos, eso sí, en un contexto de eficiencia y ahorro muy diferente al actual.

El absurdo

Asistimos cada día a multitud de manifestaciones de lo absurdo y el tema energético no iba a ser una excepción. Comentaré dos ejemplos, que no son ni más importantes ni menos que otros, simplemente representan hasta que punto somos absurdos.

Las competiciones deportivas y sus horarios

Sabemos que hoy quien manda es el dinero y que para decidir el horario de un partido de fútbol no se piensa en otra cosa que en la publicidad o en los beneficios económicos que obtendrá su empresa-club, lo cual implica, por ejemplo, que en un país con tantas horas de Sol como el nuestro, los partidos más importantes se celebren por la noche, con iluminación artificial.

El estadio Bernabeu, consume durante un partido –prácticamente en iluminación- a razón de 800.000 watios (de hecho, cuando se cambiaron los proyectores del Mundial 82 se redujo el consumo, que antes ascendía a los 1.600.000 watios). Si en tu casa en ese tiempo consumes a razón de unos 400 watios (con luces de bajo consumo, nevera, Tv, etc.) podrás observar que ese estadio necesita la energía de un pueblo de 2.000 viviendas, esto es, de unos 8.000 habitantes.

Multiplica por todos los campos de futbol restantes … y de otros deportes y te llevarás las manos a la cabeza.

La única solución posible, es que el criterio para fijar los horarios implique que estos se desarrollen con iluminación natural, al menos en primavera y verano, ni más ni menos.

Rizar el rizo del absurdo: las emisiones de CO2 y el consumo en la fórmula uno

Las competiciones de automóviles, de motos, camiones, etc. suponen una orgía de consumo energético y de materiales (neumáticos, motores, etc.) que roza el absurdo.

En un gran premio de F-1, por ejemplo el de Sepang (Malasia), los aproximadamente 16 coches, completan 56 vueltas de 5.543 m cada una, sin contar las sesiones de entrenamiento que nos llevaría a duplicar, triplicar o más las estimaciones. Esto nos da, sólo en la carrera, 310,4 km por coche o 4.966,5 km totales o 3.477 litros de gasolina quemados.

A lo anterior le debemos sumar las emisiones contaminantes y de CO2, pues cada coche de F-1 emite a la atmósfera más de 1,5 kg. de CO2 por kilómetro recorrido (>1.500 g/km. de CO2).

Multiplica por los entrenamientos y suma la gasolina quemada alrededor en los desplazamientos de los equipos, el material, etc. y súmale las competiciones de motos y todo tipo de vehículos de diferentes categorías, y podrás hacerte una idea que intentar ahorrar por un lado y concienciar a la sociedad y mantener estos hábitos, por otro, es sencillamente insultante.

Me temo que aún no hemos sido capaces de entender ni de hacer entender, cual es la situación y cuál es la diferencia entre anhelar un razonable confort vital, en el que los logros técnicos juegan un papel no exclusivo, pero sí importante, y despilfarrar y destruir irracionalmente nuestros recursos naturales.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

4 comentarios:

innopolis dijo...

lo mínimo será hacer una lista de casos irracionales, en la energía y en todo, para no repetirlos.

te pongo un ejemplo de lo que pasa en la administración. Cuando se hacen concesiones de servicios, locales de bares, de residencias, etc, el ayuntamiento se suele comprometer a pagar la electricidadd, con lo cual, el abuso en climatización es desorbitado, cuando se produce a petición de los clientes, que consumen y demandan fresquito en verano, a costa de todos claro. La lista es interminable, con esto y con todo, pero ya veremos el domingo el interés por cambiar...
saludos, son días tristes Helios.

Félix dijo...

Desde luego Andrés. Tienes razón, las administraciones públicas no sólo debieran ser exquisitas en el gasto, la eficiencia, la gestión y consumo, sino ir más allá y dar ejemplo … por lo general, ni lo uno ni lo otro.

Días tristes amigo.

Saludos

Amigo de la Dialéctica dijo...

Como siempre un muy buen artículo, una magnífica reflexión.

Aprovecho para agradecerte los comentarios en mi bitácora.

Sobre las elecciones estoy muy satisfecho a pesar de que a cualquiera los resultados obtenidos les pudieran parecer muy limitados. En Plasencia ya contamos con 300 simpatizantes que son como los 300 espartanos de las Termópilas que combatieron al ejército Persa de Jerjes comformado por 1.000.000 de soldados. En las próximas daremos la sorpresa, seguro; pues ya tenemos lo más importante, un equipo de personas cualificadas en Plasencia con ganas de cambiar la realidad.

Un abrazote amigo.

Félix dijo...

Gracias amigo Dialéctico, espero que las cosas te vayan saliendo.

Saludos.