La Serena y su potencial ... también energético


Inicio una semana de descanso en mi querida Serena, en sus desolados espacios abiertos que le retrotraen a uno a tiempos imprecisos pero muy pasados, salpicados de “dientes de perro” pizarrosos que afloran por doquier como heridas en la tierra.

Me esperan unos días de asueto y navegación a vela en ese mar interior que es Orellana, en unas fechas en las que el campo tal vez posea el máximo de belleza respecto a otras estaciones.

Esa inmensa llanura hoy esteparia y antaño cubierta de encinares, de dehesa, hasta la llegada de la oveja merina, abarca unos buenos dos mil kilómetros cuadrados de pastos paupérrimos, que no alcanzan a generar más riqueza que los cuatro puestos de trabajo pastoriles de los que provee a la comarca, excepción hecha de sus embalses que como mares de interior se infrautilizan también y dedican su potencial casi en exclusividad al riego, no siempre eficiente, de las tierras de regadío del Plan Badajoz.

Económicamente estos embalses podrían ser un revulsivo para las maltrechas economías de los pueblos que los rodean, los cuales languidecen bajo una pérdida constante de población, obligada a marcharse por falta de oportunidades –consúltense los datos del Instituto Nacional de Estadística si se tienen dudas al respecto, o los sucesivos estudios realizados desde la Universidad de Extremadura-. Y podrían serlo sin más que desarrollando el turismo en ellos, un turismo que hiciese compatible la preservación de la riqueza natural con el desarrollo de segundas residencias, actividades y empresas náuticas, de senderismo, pesca, cinegéticas, fotografía, ornitología, etc. ...

.... justo lo contrario de lo que se hace hoy, dado que es materialmente imposible cualquiera de esas actividades desde el punto de vista de la generación de riqueza.

Pero bueno, realmente me quería referir al potencial de esta tierra desde el punto de vista energético.

Las centrales hidroeléctricas que existen están supeditadas al riego y generan unos volúmenes de electricidad más que discretos, por lo que sería posible ampliar la potencia instalada considerablemente y crear una central de bombeo en el Zújar, esto es, que bombease agua desde el embalse de abajo al de la Serena, con el fin de acumular energía, que aunque lo sea en cantidades más bien simbólicas, no se debe desaprovechar, sobre todo si esa electricidad se emplea después en horas punta en las que se vende al máximo precio permitido (unos 180 euros el MWh).

Respecto a la microhidráulica, es evidente que la red de canales de riego permite que se instalen microturbinas eléctricas que aprovecharían el potencial eléctrico existente en diferente grado. Incluso en canales casi planos, menos en las horas que tengan que ir al máximo de su capacidad, ya que el resto del tiempo, la interrupción en el caudal que supone la turbina, se cubre con el excedente de capacidad del canal. Los precios de instalación y explotación son irrisorios y el precio de venta de esa electricidad –dotada de subvenciones por su limpieza- excelentes.

Respecto a la energía solar, simplemente aclarar que debiera ser la perla de la comarca, por sus inmensos espacios abiertos hoy ruinosos y sus tasas de irradiación solar privilegiadas. La comarca debiera ser lugar en el que se facilitase la instalación de centrales fotovoltaicas y termosolares, no indiscriminadamente, sino aquellos proyectos que se integren razonablemente bien en el entorno y sean eficientes, dispuestos a reinvertir sus beneficios en mejorar su eficiencia y en riqueza en la zona. Pero incluso con todos estos requisitos, el objetivo debiera ser la instalación de varios miles de MW de estas tecnologías.

En definitiva, estamos ante un paraíso, hoy oculto, con un potencial enorme en la generación de riqueza para sus gentes y de energía limpia para la región y el país.

La oportunidad está ahí, sólo necesitamos voluntad política en primer lugar y, a la vez, iniciativa emprendedora de sus gentes.

Saludos y buenas vacaciones.

La energía más limpia es la que no se consume.

3 comentarios:

Moral y Política dijo...

Empezaran a hacerlos los alemanes que quieren cerrar la última central nuclear para el 2050 y luego lo haremos nosotros... con los alemanes que seran los que haran la inversión.

Pasar del petroleo foráneo a las energías renovables en nuestro suelo pero de propiedad foránea. siempre lo mismo.

saludos,

innópolis dijo...

Elemental, pero hay quien nunca se enterará. Escribiré un post sobre el potencial turístico, con circuitos y canales de aguas bravas, cuya energía si es necesaria, podría ser la acumulada en las puntas con las centrales de bombeo, p.e.
pásalo bien estos días.

innópolis dijo...

piensa también helios, que si esos complejos deportivos diseminados, o residencias de ancianos, etc, se construyesen en ese entorno, además de potenciar toda la economía, se podría abastecer de esa energía barata, gran parte del año, cerrando el círculo de la sostenibilidad y aportando alguna solución a las bajas pensiones, economía rural, demografía... etc