Fukushima: situación estabilizada dentro de la gravedad


Una vez que se ha dotado de electricidad a todos los reactores de la central, salvo al nº 3, el final del proceso actual de enfriamiento y control del material radiactivo que encierran, está más cerca.

A partir de este momento no sólo serán más eficaces las medidas que se adopten para refrigerar, sino que se podrían ir poniendo en funcionamiento los sistemas de medición de diferentes parámetros internos (presión, temperatura, radiación, etc.) que permitirían avanzar en el conocimiento de la situación.

Dicho lo cual, es evidente que nuestra sociedad, instalada en un exceso de información –y desinformación- alarmante, ya ha perdido el interés por este accidente y sólo lo retomará si se produce otra noticia truculenta (víctimas, explosiones, etc.) cuando el ritmo “normal” de los acontecimientos debiera ser primera plana permanente en todos los medios de comunicación, al menos, durante un minuto para explicar la situación en tiempo real.

El peligro en estos momentos

Dos de los reactores están apagados y en frío, pero los otros cuatro continúan en una situación de cierta inestabilidad, con emisiones puntuales de gases, humo y radiactividad. El temor ahora es que la sal del agua del mar utilizada para refrigerar cristalice y eso dificulte el enfriamiento del combustible.
Parece que ha pasado el riesgo de fusión del núcleo del reactor y posterior posible fallo de los contenedores de acero y hormigón, que era hasta ahora el mayor peligro porque liberaría cantidades considerables de material muy radiactivo entre el que podría haber plutonio, el más nocivo de los elementos presentes en la central. Esto es una buena noticia.

No ha pasado el peligro de que haya contaminación de radiactividad porque se liberen gases que contengan radioisótopos o porque el agua que se está utilizando para refrigerar la estructura, se devuelve al mar contaminada.

No toda la contaminación es igual de nociva

La radiactividad se agrupa en tres grandes familias atendiendo a su poder ionizante (relacionado con su capacidad de dañar tejidos vivos) y a su naturaleza (a su composición). Así tenemos radiactividad alfa, beta y gamma. La más penetrante es la última, pero la más ionizante es la primera.

Por otro lado clasificamos los isótopos radiactivos de acuerdo al tiempo que están activos, lo cual nos da elementos da alta, media y baja actividad.

En ese marco, no es lo mismo que se libere plutonio que es de alta actividad y se desintegra emitiendo, sucesivamente, todos los tipos de radiación, que lo hagan otros isótopos menos activos.

Pues bien, en estos momentos no tenemos información precisa de la actividad ni de las cantidades que están siendo emitidas o que lo han sido ya, sólo sabemos que sí hay medidas altas de radiactividad en un radio de varias docenas de km, lo cual está generando un clima de ansiedad e incertidumbre en la sociedad japonesa, que ve como improbable que se produzcan ya vertidos radiactivos masivos, pero que no descarta verse expuesta en el futuro inmediato a elevadas dosis de radiactividad.

Tres trabajadores se han visto expuestos a niveles de radiactividad de entre 170 y 180 milisievert y hay que aclarar que una exposición de 100 milisievert al año, se considera como el valor a partir del cual hay riesgo de desarrollar cáncer. La semana pasada fue elevado de 100 a 250 milisievert el límite de exposición para los equipos que trabajan en la central. Según el gobierno japonés, 14 personas han resultado expuestas a radiación superior a 100 milisievert desde el terremoto.

Revisión de la política nuclear

El Gobierno japonés ha anunciado que revisará su política nuclear "Está claro que la confianza de la gente en las plantas atómicas ha cambiado profundamente", dijo Yukio Edano, portavoz del Gobierno. "A la vista de ello, debemos en primer lugar poner fin a esta situación y luego estudiarlo partiendo de cero". Antes del desastre, los 55 reactores nucleares que tiene Japón suministraban el 30% de la energía eléctrica del país; una cifra que se preveía incrementar hasta el 40% en 2020 y el 50% para 2030.
De hecho las eléctricas están revisando sus planes de expansión nuclear.

Tokyo Electric Power, propietaria de Fukushima, ha anunciado que ha parado la construcción de un reactor en Higashidori y suspende los planes para construir otros tres. La empresa Chubu Electric ha suspendido la construcción de un reactor en Yamaguchi y revisa su plan para levantar otro. La empresa Kansai Electric anunció que invertirá 865 millones de euros en mejorar la seguridad de su central contra desastres naturales.

También estarían en el aire proyectos más o menos avanzados en Italia, China, Chile y EE UU. Además, Alemania ha suspendido su plan de ampliación de vida de las centrales.

En definitiva, la situación se va estabilizando, dentro de la extrema gravedad, y confío en que finalmente se logren enfriar todos los reactores y evitar radiación masiva al exterior. También es probable que, una vez haya pasado todo, el nº de personas que hayan sido expuestas a dosis realmente peligrosas (por encima de 100 milisiever) sea muy reducido.

Respecto al debate nuclear, se ha de aprender de este suceso e incorporar el conocimiento que se saque al que ya se posee. En mi opinión, no se verán modificados hasta el punto de no desarrollarse los nuevos proyectos ya iniciados, ni las potencias que ahora apuestan por la energía nuclear modificarán significativamente su mix a corto plazo.

El tiempo nos dirá qué sucede.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

5 comentarios:

innopolis dijo...

Al final, una tragedia menor que los accidentes de tráfico, lo cual es digno de reflexión.

saludos helios

Moral y Política dijo...

Lo que me preocupa de todo eso es la calidad de la información si esta se ajusta a la verdad. Es una cuestión, para los que no estamos versados en el asunto, que asusta y mucho. Los desastres nucleares al final se miden por el número de afectados. Esta sociedad se merienda todo, los desastres por muy grandes que sean pierden vigencia ys e amortiguan.

Por último, hay algo mas, por mucho que se mida, por mucho que se prevea, por mucho que se evaluen en el ordenador, el laboratorio o sobre planos y se llegue a la conclusión que hay un solo riesgo entre diez millones, ese riesgo sigue siendo posible y en la práctica caba dándose.

saludos,

Ana dijo...

Por más que intento leer las noticias no sé por qué hay tanto plutonio en la central ... ¿puedes aclararlo?

Gracias

Anónimo dijo...

... a la vista del día a día no sé yo si está estabilizada o puede ir a mucho peor ...

Félix dijo...

Cuando se recarga el combstible de una central nuclear, en cada 1000 kg de combustible usado –de residuos tal y como ahora se conciben- 955 kg son de uranio y algo más de 8 kg de plutonio. Sólo unos 35 kg son residuos verdaderos.

Con este uranio y plutonio es posible preparar nuevo combustible, el MOX (Mezcla de Óxidos de uranio natural, reprocesado y de plutonio), con el que pueden funcionar reactores de agua ligera como los de Fukushima y eso es lo que estaba sucediendo con el reactor nº 3, que le venía comprando MOX a Francia. La proporción de plutonio en el MOX oscila entre el 3% y el 10%.

De ahí el riesgo de que haya vertidos de plutonio.

Y sí, tal y como dicen Miguel y Ana, la información rigurosa se vende cara en este tipo de conflictos ... sin ir más lejos no me he enterado de que el reactor nº 3 estaba recargado con MOX hasta muchos días después de producido el accidente.

Por último, sobre si está o no estabilizado el problema, más bien es una forma de hablar. Parece que no habrá ya fusión del núcleo y salvo las emisiones de plutonio que aún son de pequeña entidad, el resto de radiosótopos son de muy baja vida media, algunos como los del Yodo presente en el agua contaminada de las turbinas en este tipo de reactores de agua en ebullición, del orden de una semana.

Saludos