El milagro eólico


Cada día estoy más sorprendido de lo ficticia que ha sido nuestra economía durante estos años, de como la construcción ha permitido el crecimiento de una burbuja de especulación que ha sido suficiente para que pareciésemos mucho más ricos de lo que en realidad éramos.

Ahora toca sustituir lo que tanto daño nos ha hecho por sectores sólidos que creen riqueza de verdad, sin especulación, generando conocimiento exportable y produciendo puestos de trabajo cualificados y estables.

Ahí juegan un papel muy importante las energías renovables, que no sólo nos permitirán avanzar hacia el cambio de modelo energético, sino que pueden suponer un revulsivo para nuestra maltrecha economía si las cosas se hacen bien, con objetivos a medio plazo y sin dar tumbos que tanto daño hacen a los sectores implicados.

Es preciso desarrollar un marco legal estable en el tiempo que permita a los inversores hacer planificaciones de futuro, valorando todos los riegos, pero con seguridad al menos en ese ámbito.

En este sentido, nuestro sector eólico ha crecido bien en los últimos años, saliendo a la conquista de nuevos espacios más allá de nuestras fronteras, exportando tecnología y conocimiento, lo cual es justo lo que necesitamos.

La eólica es la más competitiva de las energías de régimen especial, y está cada vez más cercana la fecha en la que podrá competir en el mercado sin ayudas, sin embargo es preciso señalar que nuestro país posee las retribuciones más bajas de la UE, unos 77 €/MWh, frente a los 92 € de Alemania, los 86 € de Francia o los 152 € de Italia y no lo digo para que se aumenten las primas, sino para que las contextualicemos.

Las ventajas de generar electricidad mediante fuentes renovables como la eólica, son numerosas y entre ellas cabe destacar las siguientes:

-Se trata de una energía no contaminante e inagotable, pues proviene del viento.

-Reduce la dependencia externa, ya que al ser electricidad generada en nuestro territorio, nos evita la importación de otras que desestabilizan nuestra balanza de pagos y penalizan nuestra economía. En 2009 nos ahorró importaciones de combustibles fósiles por valor de 1.541 M€

-Nos asegura el abastecimiento. En el sentido de que reduce nuestra dependencia respecto a zonas del planeta poco estables, políticamente hablando. Bien es cierto que incluye cierta incertidumbre asociada a la variabilidad del régimen de vientos.

-Representa una tecnología emergente, con un enorme potencial exportador para aquéllos que avancen en su desarrollo e involucrando campos de la ciencia diversos, como los materiales, la aeronáutica, la meteorología, la ingeniería civil e industrial, etc.

-Permite la consolidación de nuevos sectores productivos, que emplearán a millones de personas de diferente cualificación, muy estables y con enorme proyección de futuro. Sólo la eólica, empleó en 2009 a más de 35.000 personas en nuestro país.

-Evita las emisiones de CO2 y con ello evita los pagos que se han de hacer en ese concepto. Este punto es de interés creciente, pues previsiblemente el precio de la tonelada de CO2 emitida no parará de crecer. En 2009, la eólica evitó la emisión de 20,6 Mt de CO2, el equivalente a 270 M€ y generó inversiones de 156 M€ en I+D+i.

En definitiva, apoyemos a estas tecnologías, por muchas razones, pero sobre todo porque nos ayudarán a transitar a hacia un modelo más sostenible y porque, haciendo las cosas bien, pueden ser un revulsivo para nuestra economía.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

4 comentarios:

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amigo, muy buena aportación. En el día de hoy reproducimos una reflexión de Juan Manuel Blanco en la bitácora de Espacio Ciudadano por Plasencia. Me parece que también te la he remitido por correo-e. Analiza desde un punto de vista objetivo lo que cuesta la energía y, sobre todo, esas decisiones que se toman sin consultar a la ciudadanía. Creo que es un buen artículo, si te pasas nos dejas tu opinión sobre el mismo, pienso que aborda, con valentía, temas hasta ahora tabú para la izquierda. Un abrazote amigo.

Félix dijo...

Es un artículo extenso, Dialéctico, he pasado a leerlo y a comentar un par de cosillas.

Saludos

Anónimo dijo...

En tiempos de crisis no sé si podemos seguir pagando primas a energías caras. Se debería saber cuánto nos cuestan las energías renovables.

innopolis dijo...

A mí me resultan atractivos los minigeneradores, que incluso son más baratos que los calentadores solares. Teniendo en cuenta el bajo consumo de la tecnología led, pueden abastecer una vivienda a excepción de grandes consumos . En fin, no veo tan complicado una fabricación e implantación que redujese el coste.