El ¿chollo? de las renovables

Nosotros que defendemos el cambio del modelo energético y de las costumbres asociadas al consumo porque pensamos que el modelo actual es insostenible, asistimos cada día a comportamientos desesperanzadores que nos hacen ser pesimistas.

Aunque emisoras de radio como la COPE se mofan literalmente de quienes hablan del deterioro medioambiental asociado al abuso de los combustibles fósiles –no sabemos si por agradar a los sectores más reaccionarios, con intereses económicos en sector- y fichan a opinadores que aún siendo ignorantes en la materia, se permiten el lujo de intentar crear opinión, hoy no hay nadie en su sano juicio que no vea con nitidez la relación “abuso energético-deterioro del planeta”.

Sin embargo, los sectores más sensibles de la sociedad comienzan a dudar de las intenciones de las organizaciones que están creciendo al calor de la creciente demanda ciudadana de búsqueda de nuevas soluciones, de nuevas fuentes de energía, pues tras la etiqueta “bio” se esconden organizaciones capitalistas sin escrúpulos que venderían a su madre tanto para enriquecerse con el petróleo como para hacerlo con la energía más limpia del planeta –si es que existe ese concepto-.

Así, observamos que la creciente falta de control sobre la actividad empresarial que se extiende por el planeta –la libertad de mercado lo llaman algunos- posibilita que en nombre de las energías limpias no sólo se enriquezcan los de siempre, sino que arrasen bosques, expulsen a poblaciones de sus tierras ancestrales, cambien gobiernos, aumenten las hambrunas y en definitiva MATEN.

¿Cómo nos atrevemos a asegurar tal cosa?

Sólo un botón de muestra:

-En Tanzania miles de agricultores están siendo expulsados de inmensas áreas fértiles para que multinacionales europeas y americanas cultiven caña y jatrofa (arbusto de frutos oleaginosos) para agrocombustibles.

-En Brasil de destruye la selva amazónica –el principal pulmón del planeta- y se desecan humedales para cultivar soja y caña para agrocombustibles.

-En Asia y Oceanía se destruyen los bosques autóctonos para plantar palma de la que obtener aceite para la industria de agrocarburantes, cosméticos, etc.

-En Brasil de nuevo, los rebaños del sudeste y con ellos sus pastores y sus familias, son desplazados de sus pastos hacia la selva para ocuparlos en estos menesteres.

Y es que lo que predicamos no es que se desarrollen nuevas fuentes de energía para que permitan el nacimiento de nuevas actividades empresariales que sin escrúpulos permitan el enriquecimiento de unos pocos a cualquier precio, no es eso. Se trata de cambiar el modelo energético, descentralizar la producción, generar la energía utilizada de forma limpia, reducir el consumo drásticamente, evitar la sobredependencia exterior, etc. pero en un marco de sostenibilidad, que pueda ser heredado por los ciudadanos futuros del planeta porque también a ellos les sirva con los ajustes precisos y no sustentado en abusos norte-sur, como no lo puede estar en abusos sobre el planeta.

¿Y en nuestras latitudes? La situación no es tan dramática, lógicamente, pero son los grandes imperios del ladrillo, entre otros, los que emigran hacia la energía eólica y al calor de las primas al viento y al sol, en el más puro estilo capitalista, los euros siguen fluyendo hacia los de siempre.

Y no es que nos opongamos a que una apuesta arriesgada que invierta en investigación y reducción de costes deba tener un reconocimiento económico si sale bien, sino que estas empresas invierten únicamente en la instalación de tecnologías existentes, tras hacer un análisis económico de viabilidad, sin que sus beneficios se deban a la innovación de sus plantas, al aumento de rendimiento de sus dispositivos, a sus descubrimientos para la mejora de los sistemas tecnológicos asociados a la energía eólico o solar.

Y ese no es el camino. Un gobierno que desee apostar por la búsqueda de un modelo sostenible, debe potenciar la investigación y su transferencia al tejido productivo y por ello los beneficios deben ir a quien innove y descubra mejoras que minimicen los costes de generación y no para quien consiga los permisos de instalación y disponga del capital necesario para acometer la inversión, sin más.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.