Producción de gas a partir de residuos



Los residuos orgánicos tienen la propiedad de que al descomponerse por la acción de bacterias que desarrollan procesos anaeróbicos -sin presencia de oxígeno-, desprenden metano. Éste es un gas que puede ser utilizado para la obtención de calor o para su transformación en trabajo -por ejemplo al mover el motor de un coche adecuadamente diseñado- o electricidad si al motor se le conecta un generador.

De hecho el metano es el componente principal del gas natural que desde hace tiempo se canaliza en las ciudades para producción de calor.

Ya funcionan es España algunas plantas que obtienen metano mediante este procedimiento y suelen recibir el nombre de "plantas de biometanización". El proceso posee un gran potencial en nuestro país, pues en determinadas regiones eminentemente agro-ganaderas, la generación de residuos orgánicos (estiércol o desechos vegetales) es muy alta y en todas, sin excepción, se generan inmensas cantidades de basuras en los hogares.

La biometanización "mata dos pájaros de un tiro":

1.-Obtención de energía en forma de gas.

2.-Tratamiento de residuos orgánicos.

En definitiva, una nueva posibilidad de reducir nuestra dependencia energética respecto a las fuentes fósiles y de avanzar por el camino de la sostenibilidad ... aunque no hemos de olvidar que la quema de metano desprende CO2 -gas de efecto invernadero- y que el escape a la atmósfera del propio metano, también aumenta el efecto invernadero (estas son las sombras del proceso).

El siguiente artículo se hace eco de la cuestión.


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España, una posible potencia mundial en biogás

(Fuente: El Mundo digital)

Es sólo cuestión de ponerse: España tiene la materia prima suficiente para suplir con biogás limpio el 12% del consumo anual de gas natural. Los casi 83,5 millones de toneladas de residuos agroalimentarios que se generan cada año servirían para producir 8.000 millones de metros cúbicos anuales de energía renovable.

Así lo anuncia el informe de PSE Probiogás, un proyecto cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y cuyos resultados han sido presentado en Valencia.

En un mundo que exige cada vez más la incursión de las fuentes renovables en el mercado energético, España se sitúa en una posición privilegiada en materia de biogás, según Ana Lancha, del citado ministerio. El motivo es la intensa actividad agroalimentaria en nuestro país, que genera unos residuos que son potencialmente reconvertibles en un gas limpio y sin emisiones de gases de efecto invernadero. La transformación tiene lugar gracias a un proceso de fermentación conocido como codigestión anaerobia.

Se trata de crear gas a partir de cáscaras de naranja o cualquier otro residuo orgánico. No es ciencia ficción y, de hecho, es ya una realidad en países europeos como Alemania, Austria, Dinamarca o Suecia, donde el biogás representa la primera alternativa al gas natural, aunque su uso se hace en forma de electricidad.

EN LA RED ELÉCTRICA

Actualmente, la red eléctrica española incluye la electricidad generada como biogás en el apartado de biomasa, pero su representación es aún muy pequeña. De igual modo que otras fuentes renovables, el biogás se vende a la compañía eléctrica a 0,14 céntimos por cada kWh (en motores de potencias inferiores a 500kW).

"Las plantas de biogás permiten gestionar y valorizar conjuntamente una gran variedad de materiales orgánicos residuales de las actividades agroalimentarias. Esto permite abaratar los costes de gestión y tratamiento de los residuos. En una misma planta de biogás podemos codigerir anaeróbicamente estiércol de una granja de vacas, pulpa de una fábrica de zumo de naranja, lodos de una depuradora de una industria láctea, residuos de un matadero, etc.", dice un comunicado de PSE Probiogás.

El informe incluye dos mapas de España en los que se destacan las regiones con mayor potencial de generación de biogás y aquéllas con mayor abundancia en materias primas reciclables.

Castilla y León es la comunidad autónoma con más posibilidades: podría producir 2.140 millones de metros cúbicos al año (un cuarto del potencial total español) a partir de subproductos ganaderos, vegetales y lácteos. En segunda posición se sitúa Andalucía, que podría generar 1.000 millones de metros cúbicos de biogás al año con sus subproductos vegetales y cárnicos. Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña les seguirían como grandes productoras de biogás, con cerca de 3.000 millones de metros cúbicos entre las tres.

La cantidad de biogás producida depende de la materia prima. "Como ocurre con los alimentos que tomamos, los subproductos con más contenido en grasa son los más productivos", explica a elmundo.es Andrés Pascual, jefe del departamento de calidad y medio ambiente de AINIA, el centro tecnológico que lidera el proyecto.

Según Pascual, el biogás, como la biomasa, permite matar dos pájaros de un tiro: generar energía y gestionar y aprovechar los residuos (incluidos algunos muy contaminantes, como los purines de la industria ganadera) del sector agroalimentario.


Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

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