En España la
razón, el conocimiento, la cultura y no digamos la ciencia, nunca lo han tenido
fácil, pues los caciques de turno o bien eran profundamente iletrados o bien,
sin serlo, eran conocedores del poder que otorga al individuo la formación y el
conocimiento, por lo que han dificultado al máximo la universalización del
saber.
Que nuestras
clases dirigentes han estado siempre escasamente preparadas y faltas de talento
es uno de los males endémicos del país, como lo sigue siendo en la actualidad, pero
viene de lejos, lo cual es una de las razones por las que España, a pesar de
contar con millones de personas bien preparadas, que hacen bien su trabajo y
que aportan lo bueno que tiene esta sociedad, no ha logrado aún el desarrollo
que debería tener de acuerdo a su potencial.
El siguiente
texto lo he obtenido de la web www.prevenciondocente.com
y describe la dantesca situación que se vivió en la Alpujarra granadina en el
s. XVIII, en un pueblo insignificante, pero que muestra de modo dramático la
realidad endémica de la que hablo; en este caso, como en tantos otros, con
trágicos resultados para enseñantes y alumnos:
…………………………….
Expediente administrativo rescatado de los archivos del
ayuntamiento de Ohanes, una villa de un puñado de habitantes situada en la
Alpujarra , entre Granada y Almería. Está fechado en 1734 y años subsiguientes.
Comprende las misivas entre el maestro del pueblo y el alcalde acerca de un
problema arquitectónico referido a la escuela...
Señor Alcalde de Ohanes de las Alpujarras:
Tengo el honor de poner en su conocimiento la inquietud que
me produce ver la viga que media la clase que regento, pues está partida por
medio, por lo cual el terrado ha cedido y ha formado una especie de embudo que
recoge las aguas de las lluvias y las deja caer a chorro tieso sobre mi mesa de
trabajo, mojándome los papeles y haciéndome coger unos dolores reumáticos que
no me dejan mantenerme derecho. En fin, señor alcalde, espero de su amabilidad
ponga coto a esto si no quiere que ocurra alguna desgracia con los niños y con
su maestro, éste su muy seguro servidor.
Señor maestro de primeras letras de la localidad de
Ohanes
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Señor maestro de primeras letras de la localidad de
Ohanes de las Alpujarras:
Recibido con gran extrañeza el oficio que ha tenido a bien
dirigirme y apresuro a contestar. Es cosa rara que los agentes de mi autoridad
no me hayan dado cuenta de nada referente a la viga, y es más, pongo en duda
que se encuentre en esas condiciones, puesto que según me informa el tío
Sarmiento no hará sesenta años que se puso, y no creo que una vez dadas esas
explicaciones, que no tenía por qué paso a decirle que eso no son más que
excusas y pretextos para no dar golpe.
En cuanto a lo de los papeles que se le mojan y el reuma que
se le avecina, puede muy bien guardárselos a aquellos en el cajón o en casa y
ésta yendo a la escuela con una manta. No obstante lo que antecede, enviaré uno
de estos días a alguno de mis subordinados que mire lo que hay de esto. Y ojo
que si engañó le costaría estar otros seis años sin cobrar los quinientos
reales de su sueldo.
Dios guarde a V. muchos años. Ohanes, 28 de noviembre de
1734.
El alcalde Bartolomé Zancajo.
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Sr. alcalde de Ohanes de las Alpujarras. Reino de
Granada:
Tengo el honor de acusar recibo de su atento oficio de ayer,
donde tiene a bien de poner en duda el estado de la viga. Desde mi oficio
anterior, Sr alcalde, hace unos ocho meses, pasaron las lluvias del invierno, y
yo siempre mirando la viga con la inquietud consiguiente. ¿Caerá o no caerá? Y
así un día y otro, como si en vez de una viga fuera una margarita. Si V. no
cree lo que le estoy diciendo, puede mandar dos personas peritas, o venir V.
mismo dando un paseito, si no le cuesta mucha molestia, que yo no le engaño,
más que darle una idea del estado de mi clase, me permito acompañarle un
dibujo, tomado del natural, que le dará una estampa real de ella. Y de lo del
sueldo, no creo que se atreva V. a tocar mis quinientos reales, porque ya sabe
V. lo que dice el refrán: "Al cajón ni...", en fin Sr. Alcalde, Dios
le guarde muchos años los efectos de la viga.
Ohanes de la Alpujarra a 29 de noviembre de 1734.
El maestro Menón Garrido.
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Señor maestro de primeras letras de la villa de Ohanes de
las Alpujarras:
Acuso recibo a su oficio de 29 de noviembre del pasado año,
me parece excesiva tanta machonería en el asunto de la viga. Sepa el señor
maestro, que si no le conviene la escuela puede pillar el camino e irse a otro
sitio, que aquí, para lo que enseña, falta no hace.
¿Qué importan a estas gentes ni las vueltas que da la luna,
ni que cuatro por seis son veintisiete, en que Miguel de Cervantes descubrió
las Américas? Para coger un mancaje basta y sobra con tener fuerzas para ello.
No obstante, como soy amante de la cultura y no quiero que digan que he hablao
al maestro y no le trato como se debe, nombraré una comisión que informe sobre
el asunto de la viga y si resulta que usted me ha engañado sa caido.
Dios guarde a V. muchos años. Ohanes de la Alpujarra a 15
de Octubre de 1735.
El Alcalde Bartolomé Zancajo.
El Alcalde Bartolomé Zancajo.
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Informe:
Antonio Fuentes Barranco y Juan González García, maestros
albañiles graduados de la villa de Ohanes de las Alpujarras, informan que;
Personados en el sitio denominado u llamado, dicho sea con perdón, la escuela
de este lugar, a las 12 de la mañana del día 15 de mayo del 1736 acompañados
por el señor escribano de este Ayuntamiento, y mandados por el señor alcalde,
opinamos, pensamos y creemos que la viga que ocupa el centro de la clase, aula
o sala, que por estos tres nombres se le denomina o circunscribe, que la dicha
viga no se ha movido, sólo se ha bajado cosa de diez o doce deos, amenazando
sólo caer, pero nunca juntarse con el suelo aplastando a los que coja dentro.
Pero
como quiera que la madera es un cuerpo astilloso, tiene que crujir antes de
pegar el golpetazo, dando tiempo a que se salven por lo menos siete u ocho. Por
lo cual firmamos y no sellamos por no tener sello.
En Ohanes a la fecha arriba indicada.
Antonio Fuentes. Juan Gonzalez.
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Don Celedonio González García de García González,
escribano de la villa de Ohanes de las Alpujarras, partido de Ugíjar, reino de
Granada.
Digo, declaro y doy fe, de cuanto en esta información del
maestro de primeras letras de esta localidad, sobre una viga que dice el
primero al Sr. Alcalde, o sea el segundo, está partida en el techo de su clase.
Mi información imparcial, desapasionada y verídico, como corresponde a mi
profesión es el siguiente. Si la viga cae y amenaza peligro, puede ocurrir:
1.. Que mate al maestro, en cuyo caso esta corporación se
ahorrará los quinientos reales que le paga.
2.. Que matase a los niños y no al maestro, en cuyo caso
sobraba el maestro.
3.. Que matase a los niños y al maestro, en cuyo caso
sobraba ocurriendo en este caso, como se suele decir que mataban dos pájaros de
un tiro.
4.. Que no matase a nadie, en cuyo supuesto no hay por que
alargarse.
Examinados en derecho las causas y efectos que anteceden emito informe, honrado y leal, cumpliendo con ello un deber de conciencia.
Examinados en derecho las causas y efectos que anteceden emito informe, honrado y leal, cumpliendo con ello un deber de conciencia.
En Ohanes de las Alpujarras a 15 de mayo de 1736.
Celedonio González García.
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Yo, don Joseph Sancho Mengibar, cronista oficial de la villa
de Ohanes de las Alpujarras, declaro por mi honor ser ciertos los hechos que a
continuación describo para que de ellos quede constancia en el Histórico
Archivo de esta villa, lamentando que la índole de los mismos ponga un trágico
hito en los bucólicos anales de este pueblo.
El día 14 de octubre del año de Nuestro Señor Jesucristo,
mil setecientos cuarenta, siendo alcalde de esta villa Don Bartolomé Zancajo y
González Zancajo, y siendo las doce de la mañana, se hundió el techo del salón
de la escuela de esta localidad, pereciendo en el siniestro el señor maestro de
primeras letras Don Menón Garrido Martín y los catorce niños que en aquellos
momentos daban su clase.
Después de laboriosos trabajos fueron extraídos de los
escombros los cadáveres de las víctimas y trasladados al depósito del
Cementerio Municipal, acompañados del pueblo en masa...
Ohanes de las Alpujarras a 15 de Diciembre de 1740.
Joseph Sancho.
La energía más limpia es la que no se consume.
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