Generamos menos energía renovable que hace 20 años


Llevamos 10 años contando la necesidad de un cambio en el modelo energético que nos permita transitar de los combustibles fósiles, hacia un cóctel en el que el peso predominante lo posean las energías limpias, solar, eólica, biomasa (con reservas), geotérmica, etc.

En las escuelas todos los alumnos han visto documentales sobre el cambio climático, la desertización, el deshielo del ártico, etc. y en todos los hogares y tertulias de amigos se debate (de vez cuando al menos) sobre el tema.

En España los detractores de las energías renovables, repiten incesantemente lo caras que son, habitualmente sin datos ni argumentos, dicho sea de paso, y el gobierno zigzaguea en su política de apoyo a estas tecnologías, hasta el punto de, incluso, legislar con carácter retroactivo, aberración jurídica donde las haya que sume en la indefensión a miles de inversores, muchos de ellos pequeños.

Mientras tanto, el ciudadano no sabe bien a qué atenerse, ¿serán una ruina para la maltrecha economía española como aseguran las “intereconomías” y las “faes” de turno? ¿serán, por el contrario, el maná que nos permitirá transitar del hoy denostado ladrillo hacia la “economía sostenible”?

Y como es fácil intuir, no son ni una cosa ni la otra.

Ni son un lastre para la economía ... simplemente por reducción al absurdo: si lo fuesen ¿Alemania, EEUU y China dedicarían tantos miles de millones de euros en intentar posicionarse en cabeza respecto a dichas tecnologías?

.... ni el maná prometido. De momento, su apoyo debe estar justificado más por la necesidad de buscar alternativas sólidas al modelo caduco que representa petróleo y carbón, que porque vayan a aportarnos riqueza económica.

Aunque es más que evidente, que involucran tal volumen de conocimiento, que quienes lo posean y estén en disposición de exportarlo, habrán encontrado un sector generador de riqueza neta en sus sociedades.

Para ello, no basta con subvenciones que amparen la especulación, sino que es preciso un cambio de modelo en la actividad productiva. Es preciso que en los centros públicos de investigación se apoyen estas líneas de investigación y que a su vez, se establezcan lazos de colaboración entre las empresas más dinámicas y las universidades, de modo que parte de la financiación sea privada.

A cambio, estas empresas han de recibir las ayudas que precisen para el desarrollo de plantas energéticas, innovadoras, en las que parte de los beneficios retroalimenten continuamente la investigación, al menos, hasta que no sea preciso la ayuda estatal.

¿Cuánto hemos progresado?

Alarmantemente poco.

En efecto, si en 1979 –buen año hidrológico donde los haya- la energía primaria de origen renovable (toda ella hidroeléctrica) representó el 6 % del total de la consumida en España, en 2002 este porcentaje fue de sólo el 2,2%, en el 2005 de sólo el 2,5%, en 2008 de sólo el 3,6%, y en 2009 de sólo el 4,8% (sumando hidroeléctrica, solar, eólica, biomasa y geotérmica).

Es decir, 20 años de lucha para generar menos renovable que cuando a nadie le importaba esto un pimiento y no había tertulianos que nos acosaran día y noche con su ignorancia y sus ideas respecto a lo mala que es la energía solar.

La razón

En 1979, los 3.994 ktep hidroeléctricos, representaban el 6% de los 62.721 ktep totales consumidos en España y en 2009 los 5.971 ktep hidroeléctricos y renovables, sólo representaron el 4,8% de los 125.810 ktep consumidos durante el año por los españoles.

Una aclaración: El ktep (“kilotep”)

Es una unidad utilizada en el ámbito de la energía. Representa una cantidad de energía equivalente a la que poseen mil toneladas de petróleo. Dicho de otro modo, si una central eólica genera un ktep, significa que habrá producido la misma electricidad que una central térmica convencional que haya consumido para ello el combustible derivado de mil toneladas de petróleo.

Al tratarse de una cantidad muy elevada, con frecuencia se utiliza simplemente el tep (tonelada equivalente de petróleo).

Como es fácil entender, no existe una forma exacta de calcular la equivalencia de su valor al tratar diferentes tecnologías, pues depende de factores como el rendimiento de las centrales, pero permite hacer comparaciones bastante rigurosas. A modo de ejemplo, se acepta que para la energía hidráulica 0,086 tep = 1 MWh y para la nuclear (rendimientos medios de las centrales del 33%) 0,2606 tep = 1 MWh.

Llevamos más de 20 años aumentando nuestro consumo de energía primaria entre un 2% y un 6% anual (salvo ahora con la crisis) mientras que el porcentaje de lo que representa la generación renovable ha ido descendiendo.

Y así es imposible que podamos cambiar el modelo energético.

Esas son las cifras, crudas y demostrando que estamos a años luz de enderezar el rumbo de la situación, pues cada vez consumimos más energía primaria, que inexorablemente estamos obteniendo de más petróleo, más carbón y más gas ... en definitiva, más contaminación.

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

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