Desarrollo de energía solar como medida anticrisis

Que los tiempos de crisis pueden ser un acicate para que sectores emergentes, que representan un cambio en los modelos tradicionales, experimenten fases de desarrollo, es algo que sucede con cierta frecuencia. Y eso es loq ue justamente le debiera pasar al conjunto de energías renovables, pues una de las causas de esta crisis es el caduco modelo energético basado en el petróleo.

El siguiente artículo reflexiona sobre la cuestión de lo que la energía fotovoltaica puede hacer porque España salga de la crisis, eso sí, desde el punto de vista parcial de los empresarios deeste sector.
......................

Sector fotovoltaico y cambio de modelo energético

¿Un nuevo motor económico? Las energías renovables y las tecnologías medioambientales ganan peso en España y los expertos las señalan como nuevo motor para salir fortalecidos de la crisis. Pero no todos los implicados tienen tan claro que desde el Gobierno se esté haciendo lo suficiente para apoyarlos.

(Fuente: Expansión)

La industria solar fotovoltaica española ha acumulado hasta 2008 una potencia instalada de 2.661 megavatios, según la última estadística de la Comisión Nacional de Energía. Es un volumen significativo, de los mayores del mundo, cuya trascendencia y valor excede el que normalmente se le concede. En 2008, la aprobación de un nuevo decreto regulador del sector ha monopolizado el interés y las discusiones, y ha impedido completar a la vez una reflexión nacional sobre la importancia de esta fuente de energía.

Las conclusiones de la Agencia Internacional de la Energía en su último World Energy Outlook, recientemente publicadas, han venido a corregir esa laguna de prospección científica. Asignan una importancia crucial a las energías renovables. Después de este informe, me parecería un error seguir centrando el debate fotovoltaico nacional sobre primas o cupos. Ya no se trata de determinar si el apoyo a esta fuente energética es gasto o inversión.

El organismo internacional de referencia subraya que apostar por las renovables, entre ellas la fotovoltaica, resulta obligado y no existe otra alternativa. Dicho de otra forma, el cambio de modelo energético ha dejado de ser aconsejable; se ha vuelto imperativo.Los datos de la Agencia Internacional de la Energía no dejan lugar a dudas.

Entre 2006 y 2030, las necesidades energéticas crecerán a una media anual del 1,6%. Supone pasar de los actuales 11,7 billones de toneladas equivalentes de petróleo hasta unos 17 billones, un 45% más. En ese marco, las modernas tecnologías de energías renovables experimentarán la mayor progresión de todas las fuentes de energía, con un alza anual en torno al 7,2%. Se espera que en 2010 hayan rebasado al gas como segunda fuente principal de electricidad, sólo por detrás del carbón.

Mientras tanto, en los próximos 25 años la producción mundial de petróleo debería pasar de 85 millones a 106 millones de barriles diarios. De momento hay petróleo suficiente, si bien la producción por yacimiento disminuye cada vez más deprisa. Además, la concentración productora en torno a los países de la OPEP seguirá aumentando, del 44 al 51%. Con el gas sucederá algo parecido: Rusia, Irán y Qatar reunirán el 55% de las reservas.Estas cifras explican el espaldarazo que la industria solar fotovoltaica acaba de recibir de Barack Obama. Su decidida apuesta por las energías renovables intensifica una tendencia internacional unánime en su favor. De ahí que la progresión de la energía fotovoltaica en España, al margen de otras consideraciones, deba ser motivo de satisfacción.

No se trata tanto de destacar la potencia instalada como la verdadera capacidad y experiencia sectorial. Una planta solar fotovoltaica requiere múltiples componentes y una compleja ingeniería. Muy pocos países son capaces de producir todo lo necesario. A día de hoy, la verdadera clave de esta actividad es que España pertenece por derecho propio a ese selecto club, que completan Alemania, Estados Unidos y Japón.Las empresas españolas han integrado la cadena de valor de los distintos componentes y producen las tres tecnologías existentes, lo que les permitirá incrementar de forma notable su eficiencia y su cuota de mercado internacional. La ventaja resulta sustancial, porque insisto en que a medio plazo esta fuente de energía va a ser determinante en todo el mundo.

Además, no cambiar ahora de modelo energético agravaría el proceso de cambio climático. Muchos países emiten ya dióxido de carbono por encima de las 450 partes por millón. La Agencia Internacional de la Energía alerta de que en 2030 ese volumen elevaría en dos grados centígrados la temperatura media terrestre. Revertir ese proceso exige que para entonces al menos el 40% de la producción energética mundial sea renovable. Si en 2020 no nos hubiésemos acercado a esas proporciones, enmendar el cambio climático sería sustancialmente más difícil y oneroso.

El informe concluye que es hora de emprender iniciativas nacionales para promover un modelo energético limpio, inteligente y competitivo. 'El tiempo apremia y es hora de actuar', aconseja. Desde luego a esa cita no conviene que lleguemos fuera de hora.Autor: Juan Laso (Presidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica)

Saludos.
La energía más limpia es la que no se consume.

No hay comentarios: